La primera rueda de prensa de Neymar previa a los Juegos Olímpicos de Río tuvo tensión. Un reportero, Silvio Barsetti del portal Terra, preguntó al brasileño sobre su compromiso con la selección aludiendo a sus salidas nocturnas. Al crack se le torció el gesto: "Tienes que ver lo que hago en el campo, mis asuntos particulares son míos. Estoy muy tranquilo en cuanto a eso, tengo mis errores y no soy perfecto. Pero tengo amigos y familia, por qué no puedo ir a la discoteca. Puedo y voy, no veo ningún problema".
Ídolo aunque no intocable, entregado pero amante de la fiesta: así se ve Neymar, que a sus 24 años es el mejor jugador de la selección que buscará el primer oro olímpico para el fútbol brasileño. El seleccionador olímpico, Rogerio Micale, fue claro al decir: "Quiero depender de Neymar"... Y aunque el astro insiste en hablar del trabajo colectivo, poco esfuerzo hizo para desmentir al técnico.
"Nunca me gustó hablar de mí mismo, pero voy a citar el ejemplo del Barcelona. ¿Tenemos grandes jugadores y no vamos a decir que dependemos de Messi? Claro que dependemos, uno depende de los mejores jugadores. No me da vergüenza jugar para él (...). No cito la selección porque no me gusta hablar de mí. Messi es el mejor del mundo, quiero depender de él", dijo en una conferencia de prensa en la base de la selección en Teresópolis, una ciudad ubicada en la sierra de Rio (sudeste).
Aunque hace seis años que viste la camiseta nacional y es uno de los jugadores veteranos de más de 23 años en el equipo olímpico, Neymar no olvida que tiene sólo 24. Es joven y cuando le criticaron su gusto por la juerga, estalló.
"Tengo amigos, tengo familia, ¿por qué no podría ir a una fiesta? Puedo y voy y no le veo ningún problema, es mi vida privada. Dentro del campo siempre me entrego, intento dar lo mejor de mi, acabo errando como erré muchas veces y seguiré errando. Es normal para un ser humano", lanzó.
El reportero destacó los cinco juegos que el atacante se perdió por tarjetas, le cuestionó los insultos contra los críticos del equipo tras el fracaso en la Copa América y destacó que fue a una discoteca después del empate 2-2 con Uruguay en el premundial, un encuentro en el que recibió una amarilla que lo dejó fuera del siguiente partido.
"Tienen que comenzar por ver lo que hago dentro del campo, mis cosas particulares son privadas", pidió. El finalista del Balón de Oro 2015, que ya ganó varios títulos con el Barcelona, todavía no ha tenido un desempeño brillante con la 'canarinha' y en varias oportunidades ha perdido el control en el campo, mostrando problemas de indisciplina.