En casa, el francés Sebastien Ogier (VW Polo) se proclamó ayer como nuevo campeón del mundo de rally tras la primera especial que se disputó por caminos de Estrasburgo.
La consagración anticipada llegó después de que el belga Thierry Neuville (segundo en el Mundial) no pudiera ganar el Power Stage que quedó en poder del español Dani Sordo (Citroën DS3). El piloto de Ford finalizó segundo, mientras que el nuevo monarca culminó tercero.
La especial reparte 3, 2 y 1 punto para los tres primeros. Entonces, sin los 3 que se otorgan al ganador y que se suman a las unidades conseguidas en el rally, Neuville no tiene opción de superar a Ogier cuando faltan tres competencias para terminar la temporada (el presente rally de Francia que culminará este domingo, España e Inglaterra).
Ogier aventaja a Neuville en 82 puntos, después de la especial, y el belga sólo puede sumar 81. De esta manera, el campeón de 29 años y su navegante Julien Ingrassia (33) se coronan en la primera temporada de Volkswagen como equipo oficial.
Ogier sucede en el palmarés a su compatriota Sebastien Loeb, monarca en las últimas nueve temporadas y a punto de retirarse justamente en la prueba de su país para continuar en el WTCC durante 2014.
“Sería frustrante que Loeb gane el rally justo cuando yo me proclamo campeón del mundo. Pienso que no lo merezco. Tendré que esforzarme para evitar que suceda”, dijo Ogier antes de iniciar el rally.
“Estoy muy feliz. Antes de la etapa estaba un poco confundido acerca de si iba a salir campeón antes de tiempo”, manifestó Ogier, quien venció en seis de las diez competencias desarrolladas hasta ahora.