Huracán supo estar al borde del abismo hace pocos meses. Tal era la crisis futbolística que el técnico Frank Darío Kudelka se marchó en medio de un clima sumamente hostil y repleto de amenazas. Fue entonces que se hizo cargo de la conducción de forma interina Néstor Apuzzo.
Y el hombre de la casa, quien supo hacer las inferiores en la entidad de Parque Patricios, sorprendió a propios y extraños levantando al equipo a base de alentadores resultados.
Luego de obtener uno de los mayores logros hace pocas semanas, consagrándose en la Copa Argentina y obteniendo así su clasificación a la Libertadores, el “Globo” sabía muy bien que igual estaba prácticamente obligado a cerrar el año cumpliendo lo que era el principal objetivo: la vuelta a Primera.
Y aunque debió sufrir más de la cuenta, ya que tuvo que acceder a un desempate con Atlético Tucumán, lo terminó logrando. Pese a que comenzó perdiendo, Huracán logró reponerse a tiempo, empatar y estirar la definición al tiempo suplementario.
El técnico Néstor Apuzzo, hombre que se hizo cargo del plantel en su peor momento y que además del ascenso ganó la Copa Argentina, señaló a los jugadores en medio de la emoción que lo invadía y soltó un “es de ellos”.
Ya mientras Agustín Torassa se alistaba para patear el penal que terminó decretando el 4-1 final, todos los que se encontraban en el banco de suplentes comenzaron a sacar gorritos y cotillón de festejo ante la mirada de un Apuzzo que estaba al borde las lágrimas.
Ya cuando Germán Delfino marcó el final, fue cuestión de segundos para invadir el campo con varias bengalas en las manos para entonces sí consumar el desahogo.