Nelson Mandela
fue dado de alta el sábado luego de ser tratado por una neumonía, noticia que llenó de alegría a los sudafricanos ansiosos de que el querido ex presidente se recuperara.
Ahora Mandela, de 94 años, será atendido en su domicilio, indicó un comunicado del presidente Jacob Zuma, en el que agradeció al equipo médico y al personal del hospital.
El ex mandatario fue hospitalizado en la capital sudafricana de Pretoria la noche del 27 de marzo, su tercer internamiento desde diciembre.
Mandela, que pasó más de veinte años en la cárcel por su oposición a la segregación racial, tuvo plenitud de facultades durante décadas, aunque últimamente se le ha visto más frágil. Su última presentación en público fue en el Mundial de fútbol de 2010, donde no pronunció discurso alguno.
El ex mandatario es considerado un símbolo del sacrificio y la reconciliación luego de su papel crucial en hacer salir a Sudáfrica de la era del apartheid. El país efectuó elecciones en 1994.
La nueva Sudáfrica, agobiada por la disparidad económica, la delincuencia y la corrupción, no ha alcanzado cumplir las aspiraciones de la gran mayoría de sus habitantes, aunque sigue admirando a Mandela.
La sudafricana Primrose Mashoma dijo desear que el ex mandatario viva eternamente.
"Espero que cumpla 100 años o más'', afirmó.
El comunicado de Zuma expresó que el estado de Mandela ``experimentó una mejora sostenida y gradual'' tras su hospitalización.
"Ahora el ex presidente recibirá atención médica en su domicilio'', agregó la nota.
El Congreso Nacional Africano, el partido gobernante que encabezó la lucha contra la segregación racial y se ha mantenido en el poder desde entonces, expresó su ``alegría'' por el alta de Mandela.
"Reconocemos el importante papel desempeñado por el presidente Zuma y su oficina para mantener al país, al continente y al mundo informados del avance logrado en su tratamiento'', afirmó el partido en un comunicado.
Mandela recibió cuidados parecidos en su casa de Johannesburgo tras ser hospitalizado en diciembre en la vecina Pretoria, cuando fue tratado de una infección pulmonar y le fueron retiradas piedras en la vesícula. A principios de marzo volvió a ser hospitalizado para una evaluación médica, dijeron las autoridades.
Durante la última hospitalización de Mandela los médicos le extrajeron líquido de los pulmones, lo que le permitió respirar mejor.
El sábado por la tarde, poco después de ser difundida la declaración presidencial sobre la salida del hospital de Mandela, una ambulancia militar entró en su casa de Johannesburgo. En los últimos años, Mandela ha pasado más tiempo en Qunu, una zona rural de la provincia del Cabo Oriental en la que creció. Pero su delicado estado de salud hizo que fuera nuevamente trasladado a la principal ciudad de Sudáfrica.
Muchos sudafricanos llaman a Mandela por su nombre tribal, Madiba.
"Estoy muy contenta con la salida de Madiba'', dijo la estudiante Anele Gcolotela. ``Creo que ha estado demasiado tiempo'' en el hospital.