La voz más longeva que aún suena en vivo es la de
Nelly Omar
, actriz y compositora que a los 101 años continúa con su carrera musical. Referente del tango y del folclore, multipremiada y Ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, anunció que se retira de los escenarios.
La fecha planeada es el día de su cumpleaños, el 10 de septiembre, cuando sople 102 velitas. Su mano izquierda le juega una mala pasada y ella ya no puede tocar la guitarra, sin embargo "la voz está intacta", desliza y cuenta que esto no es un impedimento porque pueden ayudarla músicos amigos.
En una entrevista al diario Clarín asegura que a pesar de andar con bastón la cabeza la tiene bien puesta. "
Soy de cabeza dura y corazón blando. Estoy planeando el último recital de mi vida. Ojalá sea el 10 de septiembre, el día de mi cumpleaños 102. La mano izquierda se me quebró. No puedo tocar más la guitarra, pero que vengan amigos guitarristas y yo canto. La voz la tengo intacta. Todavía quiero llevar alegría a mi pueblo. Yo por la vida tengo devoción”.
Tanta devoción viene de todo su sufrimiento. "Yo gané con mis dolores, con mi soledad. No se olvide que estuve 17 años proscripta. Me sacaron hasta el piano. Hay que saber llevar a la vida, honrarla. Creo que voy por un buen camino. ¿No le parece?".
“Estoy plena. No estoy loca. Quiero hacer mi último recital, pero los tangueros estamos abandonados. ¿Por qué somos así? Me llamaron de Alemania a ver si era cierto que yo existía. También de Costa Rica. Es increíble cómo esa cosita (Internet) que ustedes usan me hace aparecer por el mundo”, expresa.
Planeando su último recital, adelanta: "Quiero invitar a algunas personas a las que quiero. Uno de ellos es (Horacio) Guarany. Y al chico Alberto Oviedo que canta tan bien folclore. Y podría ser una parejita nueva de mi pueblo, Guaminí. Algo voy a armar lindo. Después, es trabajo de los empresarios. ¡Está desapareciendo nuestra música, lo campero! Ya no difunden. ¡Hay que tirar para el rancho! Los de afuera nos comieron las Malvinas y ahora nos quieren comer la música".
Nelly Omar no tiene familia y muchos de sus contemporáneos ya partieron. Pero ella se aferra a la vida. “Vino el médico y me dijo '¿Para qué quiere estar tan bien?' Y le dije 'Para ir de un lado al otro'. No es chiste. Ir al teatro, al cine, buscar una pareja. Espero no morirme sólo con las ilusiones ”, dispara.
Sus palabras son balas emocionales. Fue Malena. Fue -aunque parte de la historia desacredite la versión-, la musa de Manzi y su tortura. Fue la aviadora frustrada que en 1932 probó volar en el Palomar y decidió dedicarse al arte de que “el viento te bañe la cabeza”. Voló alto, pero sin avión, publica Clarín.
"Leo todo lo que puedo. Soy un elefante para la memoria. Pero no, no quiero volver a lo que era antes; es imposible volver al pasado. Fui feliz de niña, pero no me gustaría volver ahí, sino terminar bien mis años. Extraño no tener menos años para poder seguir dándole cosas lindas a la vida. Y extraño a la última pareja que tuve, Oviedo, un señor encantador", agrega y dice que los años no le pesan: "No siento la edad, pero sé que las tengo. No he despilfarrado mi salud".
También a Dios le atribuye sus tantísimos
cumpleaños
celebrados.
Sobre la vida que
transmite acota:
"
¿Sabe cómo doy ánimo?
Me gusta tanto ayudar, que la gente sea feliz... Si hay un enfermo, ayudo. Tengo un amiguito de 17 años que me llama y yo le doy consejos. Hay que tener la esperanza siempre por delante. Portarse bien. Y tratar de hacer obras benéficas. Una palabra es una obra benéfica. No hay que discutir, antes hay que pensar. Y si alguien se equivoca, perdonar. Ojo, no quiero ser yo un ejemplo".
Desnudando su corazón, comparte: "
¡Era de linda de joven! Era, como decía Manzi, una magnolia". Al nombrarlo llega la pregunta: "¿Le guarda cariño o rencor a Manzi?". Y ella se explaya: "Por él siento respeto. Era un hombre de mucho talento. Nadie sabe la verdad. La amistad con Homero nació en el año ‘37. Estábamos en Mar del Plata. Cuando hizo Malena, Manzi estaba en México con Petrone. Se apareció una chica, según me cuenta después Petrone, que se parecía a mí. El le dijo a Manzi ¿a quién te hace acordar?Y Manzi sacó un papel del bolsillo y se puso a escribir. De ahí le mandó el verso a Demare. Nunca lo acepté como una relación. Me había
prometido divorciarse y casarse conmigo en Uruguay o México. No lo cumplió. Como no cumplió, yo tampoco cumplí"
Y agrega: "Siento que me han querido mucho, pero la que no quise mucho mucho fui yo. He tenido muchos hombres que me han querido, pero yo no me enamoré perdidamente. No sé si será la palabra controlarse. Quizá yo tenía otro destino y por eso no me dediqué al amor. La música me animaba. Yo quizá amaba demasiado la música".