Tras casi cinco meses desde aquel viernes que fue detenida, Nélida Rojas recuperó el lunes a la noche su libertad. Ayer, ni bien transcurrió las primeras horas en esa nueva condición, la líder de la Tupac Amaru encabezó un acto en la puerta de la Legislatura, en el que se descargó contra el gobernador, Alfredo Cornejo, y los medios de comunicación.
La referente social estuvo acompañada por los tres abogados que llevaron adelante la defensa en las audiencias por las prisiones preventivas y que lograron, en la instancia de apelación, revertir la decisión de la jueza Cristina Pietrasanta. De allí los aires de triunfo que se mostraron ayer, más allá de que varias cosas cambiaron para la organización social, que todavía sigue investigada por la Justicia.
Uno de los cambios que se evidenció fue en la convocatoria. A diferencia de las conocidas manifestaciones en la puerta del IPV o en algún municipio, y hasta incluso en la conferencia de prensa del 8 de abril, al día siguiente de la detención de Rojas, ayer no había tantos “tupaqueros” acompañando a su referente.
La misma Rojas lo reconoció. “Podrán no estar la cantidad de compañeros que estaban al principio, pero quedaron los mejores, y con esos mejores nos vamos a seguir multiplicando”, dijo también en referencia a su futuro.
"Podrán no estar la cantidad de compañeros que estaban al principio, pero quedaron los mejores"
En la misma línea, argumentó: “Estoy segura de que no hay ningún programa para los compañeros de la Tupac. Así que nos tendremos que arremangar nosotros en algún momento y tratar de buscar alguna solución, de alguna manera, ya que este gobierno sacó el programa, dejó sin trabajo y sin vivienda a muchos. No sé quiénes son los violentos”.
Tal como lo publicó Los Andes el 26 de agosto, la intención del IPV es continuar las casas que quedaron paralizadas. Para esto, los municipios deben rescindir los contratos con las cooperativas de la Tupac. “Ellos siguen presionando por este lado”, señaló Rojas.
“En ningún momento mentí, porque se terminó el programa. En ese banco (de acusado) tendría que estar Cornejo y (el presidente Mauricio) Macri para responder por qué no hay más viviendas sociales, en lugar de demonizar a una organización social para tapar lo que ellos querían tapar”, apuntó Rojas.
Si bien fueron varios los oradores en el acto de ayer, el discurso de todos fue y vino entre críticas a los gobiernos provincial y nacional.
“Si algo caracterizó hasta ahora la causa de la Tupac Amaru en Mendoza es que, a diferencia del gobernador Gerardo Morales (de Jujuy), que asumió la bandera de lucha contra Milagro Sala, acá hubo una especie de estruendoso silencio del Gobernador y el poder político. En ese sentido, podemos decir que Cornejo salió del clóset”, dijo el abogado Guevara, en referencia a las declaraciones del mandatario de ayer.
El abogado que se encargó de la defensa de Rojas, fiel a su estilo, también se refirió a la fiscal que impulsó la investigación, Gabriela Chaves.
"Esta desconocida fiscal de Lavalle ha demostrado su impericia, no solamente en lo conceptual, que es lo que a la Cámara le llama la atención, sino que desconoce los procedimientos. Esta persona nunca pudo haber llevado a cabo esta persecución sin el banque político de la Procuración del Gobernador", apuntó Guevara contra Alejandro Gullé.
Guevara también criticó a los medios de comunicación. “Éste es un gran fraude procesal y un gran fraude a la opinión pública, porque se ha vendido algo que no existía”.
Impotencia de las víctimas
Uno de los actores en la investigación de la Tupac Amaru son los denunciantes que se animaron a hablar, tanto en la investigación como en las audiencias que se desarrollaron.
Milena Gómez fue la primera en denunciar y ayer, tras la liberación de la familia Rojas, habló con radio Mitre y contó sus impresiones.
“Tengo impotencia”, señaló y dijo que en el barrio de la Tupac, sus vecinos compartían la misma sensación. “Lo primero que se preguntan es dónde está la seguridad de la gente, para qué hacer la denuncia si estamos desprotegidos”, cuestionó la mujer.
Ante la pregunta si ahora siente miedo, Gómez dijo que sí y contó que ha sufrido robos en su casa, que no cree que sean casuales. “Fui a todas las audiencias y pregunté a los jueces quién protege ahora a las víctimas”, señaló la primera denunciante.
La misma decepción manifestó Gabriela Díaz, una ex integrante que denunció a la Tupac por una casa que le asignaron y luego le habrían quitado. “Siento mucha impotencia, bronca, porque yo creía en la Justicia argentina”, se lamentó.