Hasta el momento, desde que empezaron las paritarias, hace ya más de dos meses, sólo dos gremios (SUTE y ATSA) han llegado a un acuerdo. Como de alguna manera los primeros arreglos salariales “marcan la cancha” para los que vienen, consultamos a Cazabán si el “techo” es el 30,5 por ciento que aceptaron esos gremios.
“No hay que hablar de techos. Cada régimen salarial tiene un comportamiento distinto. Por ejemplo, la distancia entre el que menos cobra y el que más cobra en el sistema educativo (que es el régimen salarial más grande: 55 mil personas) es de seis veces. En Salud, donde hay tres regímenes, la diferencia es de 16 veces. Lo que sí propusimos fueron topes: que ningún incremento superase los $ 5.500. Poniendo ese tope se puede afectar más dinero para distribuir a los de abajo. Entendemos que no es despreciable porque en muchos casos $ 5.500 es el salario completo de un trabajador.
El maestro inicial, por ejemplo, quedó fijado en $ 4.700 de bolsillo. Tenemos que garantizar que todos tengan incrementos razonables y posibles de pagar. Nosotros decidimos darles a todos un incremento similar. Para eso, los que más ganan van a tener que ceder una parte”.