Necesidad de nuevos liderazgos

El cambio social y tecnológico que está ocurriendo en todo el mundo, incluida la Argentina, es tan profundo que requiere de nuevos líderes.

Necesidad de nuevos liderazgos
Necesidad de nuevos liderazgos

La Argentina está pasando por un momento muy especial. En la coyuntura se deben enfrentar las situaciones críticas derivadas de los problemas no resueltos en la economía, pero esto se da en el marco de un profundo cambio generado por el avance tecnológico que modifica las formas tradicionales de producción, pero también las de comunicación y la de trabajar.

Los especialistas consideran que el proceso ya está instalado y se ponen en duda antiguos sistemas, tanto de escuchar música como de comprar comida. Estos nuevos modelos de vida están empujados por un notable avance de las tecnologías de la comunicación y la información.

Cuando los cambios se dan a tanta velocidad es natural que se generen problemas entre quienes se ven amenazados por ellos y se trate de poner resistencias. Si no existen liderazgos modernos, capaces de convencer a la ciudadanía de las bondades del proceso, termina en resultados que llegan a incidir en la política.

Hay dos ejemplos del alcance que esta resistencia al cambio sin liderazgos adecuados puede generar en una comunidad.

En las últimas elecciones presidenciales de EEUU se reflejó un gran descontento en los estados industriales tradicionales, afectados por la necesidad de las empresas de actualizarse para afrontar la competencia con China.

Dado que ya habían cerrado empresas, los votantes "compraron" las propuestas proteccionistas de Donald Trump y éste llegó a la presidencia. Y aunque el mandatario vaya peleando por el mundo, la solución no llega porque sus empresas viven de sus exportaciones y esas medidas las alejan del mundo.

Para sobrevivir tiene que acelerar la incorporación de tecnología, acelerando los males. Es la consecuencia de una mala lectura por parte de un líder que no reúne las condiciones para enfrentar debidamente la situación.

Otro caso similar se dio con el Brexit, cuando la presión de los obreros industriales ingleses y sus familias votaron por salir del sistema europeo pensando que estarían mejor.

Hoy no gozan de la protección que les proveía el sistema europeo y tienen que competir con el mundo, para lo cual las empresas invertirán en tecnología o se trasladarán a lugares donde puedan hacerlo con menores costos y más bajos impuestos.

Otro caso donde los líderes fueron arrasados por la irracional voluntad popular cargada de miedos.

La Argentina está viviendo en el medio de su proceso su propio ajuste económico y esto presenta un desafío muy grande para quienes ejercen posiciones de liderazgo.

Hechos que ocurren a diario recurriendo a fantasmas del pasado, pedidos de prohibición de cualquier innovación en nombre del progresismo, parecen contradictorios pero son una manifestación de miedo al cambio por el cual algunos sectores se expresan, a veces en forma violenta.

Hace dos años y medio la sociedad votó por un cambio, pero no sabía que, además, debía navegar en el medio de un cambio más profundo como el que se plantea con la denominada 4ª Revolución Industrial, que está cambiando las formas de trabajo, haciendo que muchas actividades deban ser revisadas, otra desaparezcan pero aparezcan otras nuevas, que dependerán del ingenio y la creatividad de una nueva raza de emprendedores que no le tienen miedo al mundo sino que quiere moldearlo con sus propias manos.

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