Será un partido decisivo el de esta noche para Houston Rockets donde juega el argentino Pablo Prigioni, frente a los Warriors, porque están dos partidos abajo en la serie de la final de la Conferencia Oeste de la NBA.
Warriors de Golden State cuenta con una de sus piezas más valiosas, Stephen Curry quien anotó 34 puntos en el primer partido, 33 en el segundo y ha acertado 11 triples en lo que va de la serie. Además, se ha desempeñado a la altura de su jerarquía como Jugador Más Valioso de la NBA.
Los Rockets cayeron en el primer duelo por cuatro y en el segundo por apenas un punto, cuando el estelar James Harden no pudo zafarse de la doble marca de Curry y Klay Thompson para intentar un tiro en la agonía del partido.
"Te duele, pero ellos hicieron lo que les tocaba hacer'', comentó Harden.''Ganaron dos partidos en casa. Ahora vamos a nuestra casa en busca de dos victorias''.
Houston está pendiente de la condición de Dwight Howard, en duda para el tercer partido tras sufrir un esguince en la rodilla izquierda en el primer partido. Se lesionó en una jugada en la que chocó con Josh Smith el martes y le costó recuperarse para actuar en el segundo partido, en el que acabó con 19 puntos y 17 rebotes en 40 minutos.
Los Warriors buscarán reducir las pérdidas de balón, luego de acumular 16 en el segundo partido, cinco en un lapso de 10 minutos en el tercer cuarto. Esos despistes permitieron la reacción de Houston para remontar un desventaja de 17 puntos para irse arriba 58-55.
Como se esperaba, los triples han llovido en la serie. Golden State promedia 29,3 intentos de triple en la postemporada, para liderar la estadística. Houston está cuarto con 27,6 intentos por partidos. Los Warriors también lideran al facturar 11,1 por partido contra 9.6 de los Rockets. Ya llevan 33 triples en la serie, con los Warriors liderando con 18.
Durante un momento del segundo partido, la impresión era que Curry y Harden estaban enfrascados en un duelo personal cuando ambas encestaban tiro tras tiro. Varios de sus compañeros disfrutaron del duelo particular, pero al técnico de los Warriors, Steve Kerr no le gustó.
