Los Golden State Warriors y el MVP de la NBA, Stephen Curry, se impusieron 3 a 0 en la serie de la final de Confederación Oeste a Houston Rockets, al derrotarlos anoche 115-80, para colocarse a un paso de clasificar a su primera final del campeonato, tras 40 años de espera.
El armador Curry anotó 40 puntos para encabezar la carga de los Warriors ante unos Rockets completamente desarticulados y que ahora deberán realizar el imposible de levantar una serie que pierden 3-0.
Hasta ahora, ningún equipo de la NBA se ha recuperado de ese bache ganando los siguientes cuatro partidos, y como están jugando ambos bandos, todo indica que no se realizará el milagro.
Bajo la guía de Curry, que encestó 12 de 19 tiros de campo, 7 de 9 triple y 9 de 10 tiros libres, los californianos ganaron ampliamente los cuatro cuartos del partido y dominaron en los renglones claves del juego.
Golden State tiró para un 45% desde el campo, encestó 11 de 28 triples, ganaron ampliamente la batalla rebotera 60 a 39, y predominaron en la pintura con 58 puntos, gracias al aporte del gigante Andrew Bogut.
El centro australiano está teniendo su mejor temporada de playoffs y ha sido una presencia importante de los Warriors para contener la fuerza explosiva de Dwight Howard bajo las tablas.
Bogut aportó 12 puntos, 12 rebotes y un bloqueo en 20 minutos, antes de slair por seis faltas. Por los "guerreros" californianos también destacaron el alero Draymond Green con 17 cartones y 13 tablas y el escolta Klay Thompson con 17 unidades.
El brasileño Leandro Barbosa jugó 10 minutos saliendo de la banca de los Warriors y se fue con 2 puntos, un rebote, una asistencia y un robo de balón.
Por Houston, el más destacado fue el "Barbapapá" James Harden, con 17 cartones en un noche de pobre puntería y muy contenido por la defensa de los Warriors. Encestó sólo 3 de 16 tiros, mientras el pívot Howard coleccionó 14 unidades y 14 rebotes. En tanto que el base argentino sólo pudo jugar 8 minutos y no anotó ningún tanto.
El cuarto y decisivo partido será el lunes en la misma cancha de Houston, donde los Golden State podrían conseguir su primer pase a una final desde que ganaron su último campeonato en 1975, cuando todos sus jugadores apenas eran proyectos en la mente de sus padres.