Nazareno Mottola: “Siempre llevo las cosas para el lado del humor”

El humorista y actor de 33 años interpreta a un guardia que se manda varias macanas en la película "Locos sueltos en el zoo" que se estrena el 9 de julio. Sigue en tevé y en teatro y dice que disfruta en todos los frentes.

Nazareno Mottola: “Siempre llevo las cosas para el lado del humor”
Nazareno Mottola: “Siempre llevo las cosas para el lado del humor”

A los golpes, literalmente, Nazareno Móttola hizo su carrera en televisión. Primero fueron las cámaras ocultas de Marcelo Tinelli las que le dieron el impulso para hoy ser parte del exitoso ciclo de humor “Peligro, sin codificar”, trabajar junto a Antonio Gasalla en teatro con un éxito como “Más respeto que soy tu madre” o ser el ladero de Susana Giménez en su última participación televisiva.

Por estos días Nazareno acaba de terminar el rodaje de “Locos sueltos en el zoo”, la película que estrenará en las vacaciones de invierno. "Fue mi segunda película con Argentina Sono Films y la verdad es que me han tratado excelente. Con lo compañeros me sentí cómodo y me divertí, todos tenían buena onda. Filmamos un mes y extraño esa situación de filmar, iba hasta cuando no me tocaba, ¡un poco pesado!", cuenta el actor que interpretó a un cuidador principiante del zoo que mientras aprende el oficio no para de hacer macanas.

Todos los fines de semana Nazareno está en la pantalla chica y durante la semana se sube al escenario del teatro, pero el cine es un lugar en el que también nada a sus anchas. "Le voy agarrando el gustito, lo importante es sentirse cómodo; más allá de que sea tevé, teatro o cine, el fin es el mismo: que la gente se divierta y se ría. Cuando uno hace humor es necesario estar cómodo con los compañeros y tener una confianza especial, sino se hace muy difícil. Yo disfruto todo", explica.

-¿Se vuelve una exigencia tener que estar siempre haciendo reír?

-No, de hecho a mí me cuesta más hacer una nota que hacer humor. Hablar seriamente me cuesta más, siempre trato de llevar las cosas para el lado del humor.

-Tuviste un pasado circense, ¿de chico sabías que en la risa estaría tu "métier"?

-No, yo estaba en la secundaria sin saber bien qué iba a estudiar, me gustaba hacer reír pero no lo sabía. En la escuela era el chispita de generar situaciones graciosas, bah, un caradura... Yo andaba en bici hasta que un día vi un monociclo, me lo compré y empecé a andar por Berazategui y un día me contaron que había una escuela de circo. En la escuela empecé con acrobacia y otras cosas. El director era también el director del circo del Parque de la Costa, y ahí empecé a trabajar. Conocí gente de circo y me fueron invitando a participar de distintos circos.

-¿Y cómo saltaste a la televisión? ¿Sos una creación de la factoría Tinelli?

-Por un conocido me avisaron que buscaban alguien que se cayera en una cámara oculta, la hice y eso fue llevando a distintas cosas. Me siento parte de la factoría Tinelli porque yo salí de ahí. La gran vidriera para que yo tenga el trabajo que hoy tengo me la dio Tinelli. Fue la primera persona que me dio la posibilidad de estar en tevé.

-¿Cambia todo estar con Marcelo Tinelli?

-No sé en otros casos, a mí sí me cambio la vida, me dio un trabajo cuando yo estaba cagado de hambre. No sé si la gente te trata diferente, pero uno de alguna manera entra a la casa de la gente y eso se siente, porque la gente te lo dice y te agradece hacerles pasar un buen momento.

Pasta de artista

Cuando la carrera de Nazareno Móttola se balanceaba entre caídas y humoradas, Antonio Gasalla llegó a su vida para ofrecerle un papel actoral en teatro. Algo que sin dudas lo transformó como artista. "El pasar por lo de Antonio es un aprendizaje constante. Tengo la posibilidad de tener clases con el más grande, y encima me pagan. Siento que acá estoy aprendiendo algo diferente a la morisqueta. La idea de Antonio fue hacerme actuar. Si lo logro o no, es otro tema.

-¿Qué crees que vio Gasalla en vos detrás de la morisqueta?

-Me dijo que vio un potencial. De todas formas yo me encargué de aclararle que venía de una escuela de circo y no de la actuación. Me parecía justo que el supiera mis condiciones y él me dijo que me quedara tranquilo, que me iba a ayudar, que creía que lo podía hacer. Igual hoy me dice que tengo que confiar más en mí. Es un gran profesor, en lo laboral y en la vida.

-Como si te faltase trabajar con grandes, el año pasado acompañaste a Susana Giménez, ¿qué te dejo esa experiencia?

-Soy un agradecido. Ella me dejaba hacer lo que quería, nunca me puso un pero. He aprendido mucho, desde otro lugar. Con ella hice una especie de asistente que no sé bien cómo definir. Quedó súper conforme y soy un eterno agradecido del lugar que me dio. Ella tiene la generosidad de los grandes.

-En "Sin codificar" trabajás con el cordobés Yayo ¿qué relación tienen?

-Es de los humoristas más generosos. Y de alguna manera “Sin codificar” funciona porque nos divertimos. Yayo es de los más serios y yo, por mi vergüenza, mucho no me acercaba al comienzo, pero es el primero que me bancó. Es muy familiero y no se mete con nadie.

-Sin embargo vos te metiste con su hija!

-Él mismo me decía que lo joda con su hija. Yo no estoy muy acostumbrado a eso y me costaba, tanto que en el corte le tenía que preguntar si no se había enojado, no quería quedar como un atrevido. Cuando le decía que la gente se creía que estábamos peleados me decía: sigamos entonces jodiendo con eso. Es una gran persona Yayo.

-Trabajaste con los más grandes. ¿Qué proyecto te gustaría comandar?

-Me gusta mucho laburar y no sé si quiero estar como conductor de algo. Me gustaría tener un espacio donde poder darle posibilidades a la gente, como me las dieron a mí. Eso sería importante para mí.

-En el verano por estar con Gasalla no hiciste temporada en Carlos Paz con la troupe de "Sin codificar". ¿Te gustaría volver?

-La verdad es que una vez hice una temporada muy, pero muy mala con el Bicho Gómez. “El show del mariachi loco” se llamó el espectáculo. Duramos una semana y nos cagamos de hambre. Así que me quedó como una mala imagen de Carlos Paz. Pero después volví a ir por mi cuenta y luego con Gasalla y la he pasado muy bien, y se revirtió eso. Incluso, hay lugares a los que ya no tengo más ganas de ir en el verano. Así que ojalá tenga la posibilidad de ir a Carlos Paz.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA