La actriz y cantante es una de las estrellas más admiradas de la farándula local. Y lo es por muchísimas cosas: porque es linda; porque tiene una personalidad tan fuerte que hace lo que se le da la gana -cuando se le da la gana-, sin que los medios influyan un milímetro en sus convicciones; porque tiene un marido -Ricardo Mollo- que le envidian todas; porque es estable y -según sus colegas- buena gente; porque es inteligente...
Así las cosas, todos los rumores que los amarillentos chimenteros sacan sobre ella se estrellan en un paredón de indiferencia y bajo perfil de la actriz: ni su supuesta infidelidad con Benjamín Vicuña, ni por sus elecciones veganas y orgánicas para con su hijo y su familia. Nada, nada, surte el efecto que buscan: convertirla en comidilla “para el debate de panelistas de cuarta”.
El asunto es que ahora salió a la luz una noticia sobre Oreiro que es pura curiosidad: la actriz está embarazada, pero no se enteró ni porque tuvo un retraso, ni porque se hizo un test, ni porque tuvo síntomas.
Natalia fue al médico para tratarse por un supuesto quiste y, con lo que se encontró, fue ¡con su segundo bebé! Así lo contó Rial... ¿le creemos? Como sea, la noticia es linda.