Desde su taller y rodeada de cuero y máquinas, Natalia Cabeza, de 47 años, comienza su día diseñando y llevando a cabo su mayor pasión: la marroquinería. Natalia Cabeza es un emprendimiento de carteras que comenzó como un sueño y a pesar de los obstáculos se convirtió en realidad.
Natalia Cabeza es una línea de carteras, pronto indumentaria y calzado para mujeres con mucha personalidad, que saben quiénes son, que saben qué se quieren poner, que no quieren estar masificadas, porque NC rompe reglas, rompe estructuras. Afirma que hay que dejar de pensar que la cartera negra es el complemento perfecto, la cartera es una prenda que determina el estilo de cada mujer, entonces hay que animarse a jugar más, a relajarse y probar el color.
Un producto de Natalia Cabeza no pasa desapercibido ya que sobresale por las combinaciones de colores y texturas, por la exclusividad de los diseños, lo genuino y por el compromiso que la hacedora tiene con las mujeres que lo adquiere.
- ¿Cuál es el objetivo de tu marca?
- El objetivo de la marca es expandirse, desafiar, invitar a reinventarse, tentar a descubrir la libertad en las mujeres, que se apasionen y sean la mejor versión de ellas mismas, la genuina. Llegó la hora de que nos deje de importar el qué dirán y llenarse de color.
- ¿Por qué elegiste este rubro?
- Elegí este rubro porque adoro el cuero, su versatilidad, su textura, y es un material sin techos, el cuero me habla a la hora de diseñar. Y hace unos años, 11 para ser más exacta, puse mi atención en eso, las carteras. Veía mujeres bien vestidas, y apagaban su outfit con el descuido en la elección de la cartera. Y pensé, ¿pero qué está pasando acá? Podés estar muy simple, jeans y zapatillas, pero terminas tu outfit con una buena cartera y hacés una gran diferencia, y lo mismo a la inversa, si tu cartera no dice nada. Me inspira no pertenecer, no sentirme encasillada, me inspira lo único e irrepetible, lo atemporal, el arte.
- ¿Cuál fue el impulso para comenzar este emprendimiento?
- Me animé justamente porque me apasiona el cuero. Antes hacía alta costura, novias, y un día me aburrí, entonces ni lenta ni perezosa me reinventé. Encontré ese nicho sin movimiento, sin propuestas y arremetí. Me gusta diseñar sobre la materia prima. Pienso en varias mujeres y me imagino vistiendo las carteras, cómo se sienten al usarlas. Me las imagino seguras, animadas, llenas de amor por ellas mismas, comiéndose el mundo a su paso. Para eso, y obtener mi mejor potencial. Hice las valijas y con gran coraje me fui a Buenos Aires a internarme durante un mes a tomar clases con una especialista italiana en marroquinería. Digo coraje porque tengo una hija de diez años, en ese momento ella tenía tan solo dos añitos, y dejarla por un día ya era y es duro. Pero valió la pena el esfuerzo, ella aprendió que hay que defender a capa y espada las pasiones y porque aprendí muchísimo, devoré conocimientos. Ya contaba, claro, con mucho conocimiento sobre diseño y desarrollo de prendas y carteras. Pero con ella aprendí lo fino de marroquinería.
- ¿Cuándo te diste cuenta que hacer carteras era tu vocación?
- Me di cuenta que era mi vocación cuando jugaba con muñecas. De todos los regalos recibidos en mi niñez, el único que recuerdo, es el de Reyes Magos a mis diez años, una hermosa máquina de coser, cosía de verdad. Es mi pasión, mi combustible. Mi mundillo se centra en diseñar y coser en la máquina, eso es la felicidad total para mí. He atravesado épocas difíciles, muy difíciles, muchas piedras en el camino, bendecidas piedras, solo hicieron que más me aferre a mi pasión. Todo ha sido a pulmón, transpiración y muchas horas de trabajo. Las personas se tienen que hacer de sus pasiones, animarse a hacer lo que brota de sus entrañas.
- ¿Con quién empezaste este proyecto?
- Lo empecé sola, hoy cuento con un equipo de trabajo alucinante, gente apasionada y altamente capacitada, comprometida, apostando día adía, confiando, aferrados a un oficio. Cada uno de los integrantes de mi equipo entienden a la cartera desde otro lugar, que no es sólo un nuevo producto sino una nueva experiencia. Tengo un taller muy bien estructurado, con maquinaria suficiente para realizar los modelos que se me antojen.
-¿Cómo tus clientes pueden adquirir algunos de tus productos?
-Actualmente nuestras carteras se venden en nuestra tienda online www.nataliacabeza.com.ar y en locales de varias provincias como Jujuy, Salta, La Pampa, Córdoba, Comodoro Rivadavia y Santiago del Estero. En el exterior estamos por desembarcar, en Chile en forma directa, exportando los productos desde aquí y también en algunos países de Latinoamérica y EEUU, hemos vendido a Rusia, España, Francia y ahora abriendo una puerta en Polonia. Europa es nuestra gran apuesta porque el producto gusta mucho y hemos recibido muchas consultas, pero nos está costando mucho el proceso de exportación y sus costos, y por supuesto la logística. Pero estoy segura de que cuando ajustemos las cuestiones burocráticas, en Europa lucirán un producto de altísima calidad desarrollado totalmente en Mendoza. Muchas veces como consumidores creemos que lo que viene de afuera es mejor o, sin ir más lejos, lo que llega de Buenos Aires. Sin embargo, aquí, en Mendoza y en el resto del país, hay un desarrollo muy grande, gente con mucho talento que está haciendo cosas interesantes. Necesitamos comprarle al de al lado, al vecino, a quien se rompe el lomo y que tiene que luchar con la situación económica del país y además con los prejuicios del consumidor que cree que porque es un producto de Mendoza no estará a la altura de las carteras o productos que llegan desde Buenos Aires o el exterior. Aquí producimos altísima calidad y diseño.
- ¿Qué papel juegan las redes sociales en tu emprendimiento?
- Gracias a las redes sociales, la firma Natalia Cabeza pudo mostrarse al mundo. Muchos de nuestros clientes llegan por Facebook pero más que nada por Instagram. Es una herramienta que nos ha ayudado mucho a la hora de hacer conocida la marca y conseguir nuevos clientes.
- ¿Qué es lo que se viene para el 2019?
- Se viene la autenticidad, lo genuino. Se viene ser lo más honesto y amoroso que se pueda ser con uno mismo, eso nos va a llevar a usar lo que cada uno decida, color, tamaño, brillo, texturas. Se viene lo que mejor que cada uno sabe que le queda. Se viene no masificarse. Se viene ponerte animal print, tachas, brillos, rojo, amarillo, verde, azul, etc. etc. porque te gusta no porque se usa.
- ¿Qué consejo le darías a quienes aún no se animan a empezar con su emprendimiento?
- Qué no es fácil, y eso lo hace interesante, es la vida misma, cada error es un aprendizaje, que con convencimiento, esfuerzo ( mucho pero sin precio) y pasión se logra. La vida misma. No hay nada como vivir de lo que nos gusta, con más o menos, pero cuando surge de las entrañas, pues déjala salir. Que arremetan, que sean muy curiosos, que sean y nos den lo que nos vinieron a dar.
De Mendoza a China, EEUU y Polonia
Desde un pequeño taller ubicado en San José de Guaymallén, Natalia Cabeza confecciona carteras de cuero que se comercializan en diferente puntos del país a través de su sitio web (www.nataliacabeza.com.ar) y redes sociales. Sin embargo, la gran apuesta es poder desembarcar en Europa en donde miles de mujeres podrán lucir un producto de altísima calidad desarrollado totalmente en Mendoza.
Actualmente sus productos han llegado a países como Chile, EEUU, Rusia y próximamente van a desembarcar en Polonia.