La NASA anunció que una de sus prioridades para sus próximas misiones a Marte será recoger muestras del planeta rojo para traerlas a la Tierra. Esta misión podría llevarse a cabo en 2018. Según explicó el administrador adjunto de Ciencia Espacial de la agencia estadounidense, John Grunsfeld, se podrían buscar señales de vida de manera más minuciosa de lo que se puede hacer a través de un rover o una sonda.
La NASA explicó sus planes futuros en el planeta vecino en un informe redactado por el Grupo de Planificación del Programa Marciano (MPPG, en sus siglas en inglés), que se creó a pesar de estar pendiente la aprobación de los presupuestos para 2013, el próximo mes de febrero.
Para Grunsfeld, el enfoque de la MPPG sobre recogida de muestras tanto “no debería ser una sorpresa” ya que, según apuntó, “la NASA siempre ha mostrado una misión de este tipo como un objetivo próximo”. Además, indicó que “enviar una misión a Marte y regresar con muestras se parece mucho a enviar una tripulación a Marte y regresar sanos y salvos”.
En este sentido, el directivo de la NASA señaló que el principal problema de una misión de este tipo es que las muestras lleguen a la Tierra sin ningún tipo de contaminación. Así, apuntó que la agencia espacial podrá contar con la cápsula Orión, actualmente en fase de desarrollo, que será capaz de interceptar la muestra marciana en el espacio profundo y llevarla con seguridad a la Tierra.
La NASA ya tiene programada dos misiones al planeta rojo: en 2013 para estudiar su atmósfera y en 2016 para estudiar su estructura interior. Sin embargo, la posibilidad de traer una muestra de superficie marciana a la Tierra aún no tiene fecha concreta.
Grunsfeld indicó que se está considerando el lanzamiento de esta misión en 2018 o 2020. “Un factor que complica la situación es que la NASA tiene sólo 8.000 millones de dólares para trabajar con este proyecto para 2018”. Según indicó, esa cantidad “no es suficiente como para abarcar lo que una misión de este tipo necesita”.
Una base en la Luna
Otro nuevo proyecto de la agencia espacial de EEUU es la construcción de una estación espacial a miles de kilómetros de la Tierra, más allá de la propia órbita de la Luna. Bajo el nombre de “Gateway Spacecraft”, la NASA habla de un puesto que apoyaría a próximas tripulaciones de astronautas y serviría como zona de espera ante futuras misiones a la Luna o Marte.
La NASA espera construir la nave con las piezas sobrantes de la Estación Espacial Internacional utilizando hardware suministrado por Rusia e Italia.