Un efectivo de la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) fue detenido como miembro de una organización narcocriminal que intentó traficar casi 400 kilos de cocaína a Rusia en valijas diplomáticas que fueron encontradas en una dependencia de la embajada que ese país tiene en Argentina, informó ayer la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
Para desbaratar a la banda y arrestar a 5 de los integrantes -2 en Buenos Aires y otros 3 en Moscú- se implementó una operación de entrega vigilada de harina en lugar de la cocaína, para llegar a la cabeza de la organización, al cabo de una investigación secreta y blindada a cualquier filtración durante un año.
Bullrich informó que la investigación se inició en diciembre de 2016, que uno de los detenidos es un policía de la CABA de origen ruso y nacionalizado argentino, y que aún hay un prófugo, al que identificó como el "señor K", que se presume está en Alemania y es buscado por Interpol.
El policía apresado es Iván Blizniouk (35), quien ingresó a la fuerza de la CABA en 2013 y se dedicaba a dar capacitaciones para aspirantes a la Policía. Fue capturado en las últimas horas en el aeropuerto de Ezeiza, cuando arribó procedente de Rusia, adonde viajaba asiduamente ya que oficiaba de enlace con las fuerzas de ese país.
Bullrich informó que el 13 de diciembre de 2016, a raíz de informaciones aportadas por un empleado de la embajada rusa en Argentina, el embajador ruso, Viktor Koronelli, denunció la existencia de 16 valijas con un contenido sospechoso en una dependencia anexa a la embajada, en la calle Posadas al 1600 de la CABA. Alertado del hallazgo, el ministerio de Seguridad dispuso que efectivos de Gendarmería revisaran el contenido, que resultó ser 360 paquetes con cocaína, valuados en 50 millones de euros, según estimó Bullrich, quien no descartó que esa droga fuera a ser vendida en el próximo mundial de fútbol en Rusia. Sobre su origen, la funcionaria explicó que los paquetes tenían una estrella y que se realizan análisis para establecer si procedía de Colombia o de Perú.
Con la colaboración del ministerio de Seguridad ruso, los investigadores, comandados por el juez federal Julián Ercolini, se dispuso llevar adelante una entrega vigilada y llegar a los líderes de la organización narcocriminal.
"Personal de Gendarmería fue a comprar harina al Mercado Central porque nadie tenia esos 389 kilos en algún depósito. Con eso se hacen paquetes exactamente iguales y se dejan antes de las 6 de la mañana dentro de este anexo de la embajada tratando de que se vea todo exactamente igual, para lo cual se habían tomado fotografías", explicó la ministra, Bullrich añadió que en cada una de las valijas se colocó un dispositivo de seguimiento GPS, conectado a un centro de monitoreo en Gendarmería, que durante 24 horas vigilaba los movimientos.
Casi un año después del hallazgo, el 9 de diciembre último, el falso cargamento partió como equipaje diplomático en un avión del servicio de seguridad ruso. Una vez llegado a Moscú fueron detenidas allí 3 personas, entre ellas una que fue el funcionario de la embajada rusa en Argentina y que se sospecha permitió el ingreso de la cocaína a la sede. En las últimas horas de detuvo en el aeropuerto de Ezeiza al policía y en el barrio porteño de Coghlan a otro acusado, que serán indagados hoy por el juez Ercolini. Un sexto acusado, el "señor K", está prófugo y es buscado intensamente en Alemania.
