La red narcocriminal que intentó traficar casi 400 kilos de cocaína a Rusia, en valijas diplomáticas halladas en la embajada de ese país en Buenos Aires, también podría haber realizado la misma operatoria desde otros países de la región, explicó hoy el secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco.
"Durante catorce meses escuchamos el accionar de toda la banda desde aquí y en Rusia, y lo que se desprende de las escuchas es que pueden haber existido embarques en otros países vecinos usando la metodología de la vía diplomática", dijo el funcionario esta mañana a radio Mitre.
Según las escuchas telefónicas efectuadas en el marco de la causa que llevan adelante el juez federal Julián Ercolini, el fiscal Eduardo Taiano y el titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), Diego Iglesias, la organización, que fue desbaratada el pasado miércoles con la detención de cinco de sus miembros, podría haber actuado en Uruguay.
En una charla telefónica que tuvo lugar en octubre pasado entre Iván Blizniouk, el policía porteño que fue detenido el miércoles al llegar de Roma, y su presunto cómplice en Buenos Aires, Alexander Chikalo, ambos dan a entender que se realiza algún tipo de operatoria en el país vecino.
Blizniouk le comenta a Chikalo que habló con el “señor K”, supuesto líder de la banda que está prófugo, acerca de cómo transportar las valijas de la embajada en Buenos Aires y en ese marco el segundo le dice: “Y para qué trajeron a Argentina esa basura, la hubieran mandado de Uruguay. Y listo.”
Chikalo también dice que tal vez las valijas tengan en su interior "coca o dinero en efectivo" y no "pieles de lobos marinos", que según había dicho "K" las obtenía a 1.500 dólares en Uruguay y luego las podía vender a 10.000 en Rusia y 25.000 en Alemania, que junto con los Países Bajos son los lugares donde la organización tenía vínculos.
Esto además coincide con lo declarado al momento de su detención en Rusia por Ali Avyanov, ex funcionario de la sede diplomática y quien habría hecho ingresar la cocaína, cuando expresó que "K", en anteriores oportunidades, había mandado valijas desde Uruguay hacia la Federación Rusa.
Por otra parte, Burzaco señaló hoy que, aunque aún se intenta determinar el origen del cargamento, "se supone que la cocaína vino desde Colombia" y "debe haber ingresado por algún lugar del norte del país".
El segundo de la cartera de Seguridad nacional también precisó que "esa cantidad de cocaína en el mercado ruso está valuada entre cincuenta y sesenta millones de euros" y que los "los intermediarios en Argentina cobraban medio millón de pesos en todo el proceso".
"Con eso se enmarca el nivel del negocio y la impunidad de los involucrados", comentó.
El dinero recibido por los integrantes de la banda en Buenos Aires por la operación aún es un enigma, aunque de las escuchas surge que al menos el policía Blizniouk se quejaba del monto que quería pagarle el "señor K" y en una ocasión le dice a Chikalo que aún no le dio sus "10.000 dólares", lo cual parece un monto exiguo para una banda narco internacional.
La banda narco terminó de ser desbaratada esta semana, cuando Blizniouky Chikalo fueron apresados, el primero en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, cuando arribó con su esposa rusa desde Roma, y el otro en su vivienda del barrio porteño de Saavedra.
A ambos se los señala como integrantes de una organización narcocriminal dedicada al tráfico de cocaína a Rusia mediante valijas diplomáticas halladas en el colegio de la Embajada de ese país en Buenos Aires y perteneciente a esa representación diplomática.
En Rusia, en tanto, fueron detenidos en el marco de la misma pesquisa tres ciudadanos de ese país, entre ellos Abyanob, quien se sospecha permitió el ingreso de la cocaína a la sede en 2016, antes de jubilarse.
Los otros dos fueron identificados como Ishtimir Khudzhmov y Vladimir Kalmykov, apresados cuando intentaron retirar en el aeropuerto de Moscú las maletas que creían que tenían droga, pero que habían sido cambiadas por harina en un operativo realizado por la Gendarmería Nacional antes de que fueran trasladadas.
Según contó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, la investigación se inició el 13 de diciembre de 2016, cuando el embajador ruso en Argentina, Viktor Koronelli, se comunicó con su cartera para denunciar la presencia de 12 valijas con un contenido sospechoso dentro de una dependencia de la embajada.
Alertado del hallazgo, Ercolini ordenó que Gendarmería revisara el contenido, que resultaron ser 389 kilos de cocaína, pero como se quería detener a toda la banda, se cambió la droga por harina comprada en el Mercado Central y se montó un sistema de monitoreo de las valijas.
Este viernes, el juez rechazó la excarcelación de los dos detenidos en Buenos Aires y dispuso que continúen en prisión para no entorpecer la investigación.