El hecho ocurrió en el barrio Cristiana de Copenaghe, Dinamarca, el delincuente llevaba consigo 1000 porros y no tuvo mejor idea que subirse a lo que él creía que era un taxi pero resultó ser un patrullero.
La policía local se encargó de contar lo sucedido en las redes sociales:
"La noche pasada, un vendedor de hachís de Cristiana, apurado por regresar a su casa, se tomó un taxi y se llevó una gran sorpresa. Se había subido a un automóvil policial", escribieron.