Sociedad
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hace 3 horas
El acto de proclamación de legisladores y concejales electos en un abarrotado Teatro Independencia mostró una ceremonia multicolor que dejó expuestos los movimientos internos de cara a 2019 en los distintos frentes políticos.
El radicalismo copó la mayor parte de las bandejas con sus carteles y banderas, el peronismo impuso sus cánticos y consignas, el Pro se hizo notar con una barra propia que inundó de globos amarillos; el Partido Intransigente se llevó el mayor estruendo de los bombos y el FIT (con menos barra que el resto) aportó aplausos para los propios.
Ante esa estrepitosa diversidad se ubicó en el escenario una mesa encabezada por la vicegobernadora Laura Montero, cinco de los siete miembros de la Suprema Corte (no fueron ni Omar Palermo ni Alejandro Pérez Hualde) y el titular de Diputados, Néstor Parés, que repite cuatro años más en la cámara.
El presidente de la Suprema Corte, Jorge Nanclares -hoy tan cercano al gobernador Alfredo Cornejo como José Valerio- se pronunció indirectamente por una reforma constitucional. Para ello argumentó en favor de una reforma electoral que permita en Mendoza a un juez provincial con competencia electoral, tal como ya lo hay en la Justicia Federal. Y se inclinó por el voto electrónico -destacando la elección de Santa Rosa- y la eliminación del telegrama en papel -que se aplicó en la de San Carlos-.
La presencia del gobernador Cornejo -que siempre ha ocupando un lugar central en cuanta ceremonia participa- pasó inéditamente casi inadvertida. Llegó tarde, se ubicó en una butaca más del teatro y cuando debió pasar al escenario a firmar las proclamaciones de los legisladores el teatro en pleno tronaba en medio de una guerra de consignas.
Los cánticos radicales desnudaron una preeminencia de la UCR de Godoy Cruz que buscó posicionar al intendente Tadeo García Zalazar 'para gobernador' y al flamante legislador Diego Costarelli 'para intendente'. La barra de la UCR vivó legisladores propios y esto no incluyó a los tres legisladores del Pro que se suman en las dos cámaras. Los macristas Alvaro Martínez, Hebe Casado y Cecilia Páez trajeron hinchada propia que se dedicó a ovacionarlos, y a permanecer en silencio frente a los radicales.
En el peronismo las ovaciones fueron casi exclusivamente para los nuevos legisladores kirchneristas, especialmente los de origen sindical Carlos Sosa y Marcelo Aparicio. Mientras que los legisladores del peronismo tradicional (especialmente los del cuarto distrito) sólo recibieron menos que tibios aplausos de la misma barra.
En el PI el más bullanguero fue el pastor Héctor Bonarrico (con bombos propios que sonaron mucho para él, y bastante menos para sus compañeros. Aunque hubo banderas y redoblantes para Mario Vadillo, Eduardo Martínez, Pablo Cairo, Daniel Galdeano y Marcelo Romano).
En tanto en el FIT los aplausos fueron parejos para el senador Lautaro Jiménez (que cambia de cámara) y para la debutante Mailé Rodríguez.
