La vuelta de Rafael Nadal a un torneo oficial la próxima semana en el inicio del Open de Australia también marcará un regreso al pasado en cuanto a la imagen del tenista. Por primera vez desde 2008, cuando el balear cerró el año disputando el Masters 1.000 de París-Bercy, recuperará en el primer ‘Grand Slam’ la camiseta sin mangas que le hizo famoso en sus inicios porque dejaba al descubierto toda su musculatura.
Nadal, que cambió a una elástica con mangas en el inicio de la campaña 2009 para dejar atrás su etapa más juvenil y acercarse a la imagen de Roger Federer, quería volver a jugar sin mangas y así se lo hizo saber a Jordi Robert ‘Tuts’, su hombre de confianza en la multinacional estadounidense Nike y que también trabaja con otros ilustres del deporte como los hermanos Gasol, las nadadoras Mireia Belmonte y Ona Carbonell o Luka Doncic.
Para que el cambio tuviera un gran impacto siempre se contempló que la puesta de largo debía realizarse en uno de los cuatro ‘Grand Slam’ donde están fijados los ojos de millones de aficionados al tenis. Ya estaba preparada una camiseta sin mangas para la edición del US Open 2014, que Nadal se perdió por lesión en la muñeca.
Tanto el número uno mundial como Nike estaban estudiando el mejor momento para impactar con una elástica con menos tela, inspirada en el atardecer y con la tecnología para combatir el calor australiano, y que fuera un regreso al pasado. El momento ha llegado y será en el Open de Australia 2018. Eso no quiere decir que Rafa sólo juegue sin mangas en el Melbourne Park. La idea es ir alternando ropa con y sin mangas a lo largo de la presente temporada.
Nadal, nueve años después, volverá a enseñar sus bíceps herculianos al mundo. Él será el primer favorito en el cuadro que se sortea el próximo viernes y con Roger Federer de principal alternativa a revalidar el título.