El viernes por la noche, en el partido por cuartos de final del Río Open ante Pablo Cuevas, Rafael Nadal sufrió un percanse que solucionó tras nivelar el partido (1-1).
Nadal había ingresado a la cancha con los pantalones al revés y se mantuvo así durante un juego. Al abrir el set corrió a su banquillo, se envolvió una toalla en la cintura para preservar su intimidad y rápidamente cambió sus pantalones. El árbitro Carlos Bernardes sonrió y lo siguió la ovación de la platea femenina brasileña.
Finalmente el español niveló el partido y lo sacó adelante.
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