Dio a luz la mujer que llevó nueve meses a su sobrina en el vientre para que su cuñada fuera mamá. La Justicia de Santa Fe había autorizado una gestión por subrogación de vientre.
"Nahia nació el martes, pero se porta bien. Se queja, pero poco. Sólo cuando tiene hambre. Pero es tan hermosa. Es un cielo, perfecta", contó Paula Tomé, mamá de la bebé. La mujer, de 37 años, luchó durante diez años para tener un hijo. Una enfermedad le impedía llevar un embarazo a término. Lo intentó de distintas maneras. Buscó alternativas, se practicó todos los estudios posibles, pero en un momento asumió junto a su esposo que no quedaba nada por hacer.
"Teníamos la decisión de ser padres, pero la vía biológica nos lo puso imposible, entonces apareció en escena un ángel", como Paula define a Laura García, su cuñada. Laura tiene 40 años y dos hijos de 3 y 5 años.
Laura lo pensó mucho, lo conversó con Hernán, su esposo, el hermano de Paula. Una tarde la sorprendió a su cuñada con la idea que le rondaba por la cabeza: ofrecerle su vientre para concretar una gestación por subrogación. "Yo lo puedo hacer y los puedo ayudar", les dijo.
"Nos explicaron que querían ayudar a mi hijo a llegar al mundo. Es el gesto más amplio y más enorme que una persona puede hacer por otra. La vida de mi hija no hubiese sido posible sin Laura", insistió Paula en una entrevista brindada a Clarín.
El juez de Familia de la localidad santafesina de San Lorenzo, Marcelo Scola, tomó contacto con los padres, con la gestante y con sus hijos. Advirtió que detrás de esa historia había "un acto de amor y solidaridad absoluta". Y autorizó que Laura pudiera ofrecer su vientre para que, en un proceso de fertilización asistida, se formara un embrión con el óvulo de Paula y el espermatozoide de Fermí, su esposo.
Recién con esa autorización comenzaron el recorrido médico. “Todo fluyó”, como en un cuento, según explicó Paula.
"Siempre se abordó todo con naturalidad. Me emociona escuchar a mis sobrinitos explicar que es el bebé de la tía Paula. La acompañaron a hacerse las ecografías. Hablaban del bebé de la tía Paula. 'Mirala, el corazoncito', decían. Que mi hija haya estado contenida por sus primos y sus tíos es mágico, maravilloso. Fue amada desde el primer segundo", se emocionó Paula.
La abuela está feliz y no para de agradecer. "Estará agradecida infinitamente con Laura por su gesto. Está maravillada de esa bondad, del altruismo que puede tener una persona", agregó Paula.
En el registro civil Nahia quedará anotada, junto a un oficio de la Justicia, con los nombres de sus padres, Paula y Fermí. No habrá, al menos en los papeles, ningún rastro del maravilloso gesto de Laura.