Ellos son la reacción, por decirlo de alguna manera, a los metrosexuales. El opuesto justamente. Lucen barba descuidada, pelo sucio y no se lavan demasiado. Mucho menos se ponen cremas o productos sofisticados. Se llaman lumbersexuales y son hombres que se la "bancan".
Su ropa son las camisas tipo leñador, el jean descuidado y el perfume de su piel (sin fragancias caras). Son rudos, van a bares, aman la comida casera, la mujer dedicada a la casa y no piensan en la apariencia física.
Este caballero deja atrás a aquellos que arreglaban el hogar, a los que se ponen cremas, se tiñen, se depilan, se operan y más. El lumbersexual repara las cosas de la casa, ama una parrillada, el vino y no se mira al espejo por meses.
¿Le gustará a las damas?