Desde hace casi tres años la comuna de San Martín financia un programa de cetrería en la ciudad, con el cual y gracias a la presencia de una docena de halcones y gavilanes, se ha logrado disminuir la población de miles de palomas que anidan y vuelan sobre el casco céntrico.
Ahora y en un hecho que resulta bastante singular para la caza con aves rapaces en la ciudad, nacieron en un nido artificial ubicado en el palacio de tribunales, cuatro pichones de halcón peregrino.
En San Martín, los edificios emblemáticos como el de la comuna, la parroquia, la terminal de colectivos, la cooperativa eléctrica o el museo Las Bóvedas han favorecido con sus formas arquitectónicas el anidamiento de decenas palomas, verdaderas plagas las de estos animales y sus excrementos que se extienden por el comercio, el arbolado público y los domicilios particulares.
Así, y con la idea de disminuir su presencia en la ciudad, la comuna contrató los servicios de Rapaces, una empresa que ofrece un servicio de cetrería con halcones peregrino y gavilanes. "Hoy tenemos entre cuatro y cinco nidos con una población de halcones y gavilanes que ronda la docena de ejemplares", aseguró David Escudero, de Rapaces.
El servicio consiste en ofrecer aves entrenadas, que no suelen abandonar el casco céntrico de la ciudad y que se alimentan por lo general, de palomas y roedores: "Son aves que cazan solamente para comer", explica Escudero, aunque la sola presencia en los cielos, sirve como disuasivo y espanta al resto de las palomas.
Así, el método funciona no tanto por las palomas que los halcones cazan en pleno vuelo sino por el miedo que genéticamente tienen estas aves a su depredador natural que es la rapaz.
Luego de casi tres años, son muchos los vecinos de San Martín que han visto a los halcones en acción: "Es un espectáculo verlos volar y como en un segundo, se lanzan en picada sobre las palomas", dice Walter, empleado de la terminal de colectivos y sigue: "Queda el plumerío en el aire y el resto de las palomas se escapaban espantadas".
La gente de Rapaces prefiere no informar el lugar dónde están los nidos de sus halcones, aunque aseguran que hay "entre cuatro y cinco repartidos en edificios públicos. Lo que ocurre es que si damos mucha información, hay quien se dedica a cazarlos a balazos. Nos ha pasado de encontrarlos heridos".
Uno de estos nidos artificiales, el que está sobre el palacio de tribunales de San Martín, ha sido noticia porque la pareja de halcones que allí anida, acaba de tener cuatro pichones: "Es una experiencia inédita para nosotros y confirma que estamos haciendo las cosas bien", contó Escudero y explicó que se trata de pequeños ejemplares con apenas 13 días de vida y aunque tienen crías en cautiverio: "Estos son los primeros que nacen en el ambiente libre de la ciudad".
Sergio López es delegado de Recursos Naturales y asegura que la dieta de las aves rapaces "incluye palomas y ratas pero no afecta a otro tipo de aves, como pueden ser los horneros o los zorzales salvo en raras excepciones".
Desde la comuna están conformes con los resultados: "No se puede cuantificar la reducción de palomas en la ciudad, pero es fácil advertir que su número ha disminuido en las plazas principales, en la zona de la terminal, del municipio y del museo Las Bóvedas", comentó Bartolomé Robles, presidente del Concejo Deliberante.