"Somos conscientes de que en el Valle de Uco hay mucho por proteger". Quizá estas palabras de Mauricio Aguirre, uno de los egresados, resuman las expectativas con las que más de un centenar de personas se inscribió para realizar el curso sobre cuidado ambiental. Fueron cuarenta los que al final completaron la capacitación.
Los hay policías, estudiantes, ambientalistas, referentes de ONGs, docentes, bomberos, gendarmes, gestores turísticos, etc. Ellos constituyen la primera camada de inspectores ambientales ad honorem del Valle de Uco. No son guardaparques, pero tendrán el "poder de policía" para controlar e incluso librar actas contra aquellos que afecten o atenten contra los recursos naturales de la región.
Después de haber pasado por unos días de cursado intensivo, de rendir exámenes escritos y cumplir con las prácticas, el grupo recibirá hoy los certificados y credenciales que avalan su acreditación. Entonces, podrán participar de distintos operativos como verdaderos agentes voluntarios.
“Como futura profesora de Biología me interesa poder transmitir a mis alumnos todo lo que se puede hacer por el cuidado del medio ambiente. Tunuyán necesita más personas comprometidas con la temática”, expresó Noelia Salatino (25), estudiante en el IES 9-004 Gral. Toribio de Luzuriaga.
Para recibir hoy su diploma -en la sede de OSEP de Tunuyán (Alem y Dalmau)-, los estudiantes debieron aprender toda la normativa legal y procedimientos de recursos naturales. También la problemática del agua, de las especies de flora y fauna en extinción, del arbolado público, etc. Además, participaron en operativos de caza y pesca furtiva como prácticas en el terreno.
El curso fue dictado en diciembre de 2016 por especialistas del área de Educación Ambiental de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial de Mendoza. La organización fue en conjunto con la Fundación para el Desarrollo Estratégico y la Equidad Social.
Controlar el ambiente
Aunque es la primera brigada de inspectores voluntarios en la región valletana, este programa de capacitación supo implementarse en la Provincia tiempo atrás, pero no se realizaba desde 2008.
“Esto nos da una herramienta más para ejercer el control ambiental, que es una tarea de todos”, advirtió Juan Manuel Romero. El joven, como otros compañeros de Fundees, es también un vecino autoconvocado por el agua pura en Tunuyán. Todos consideran que estos conocimientos les ayudarán a controlar mejor los factores que afectan a la reserva Manzano-Portillo de Piuquenes.
Esta área protegida, al igual que la Laguna del Diamante en San Carlos, no tiene aún su plan de manejo definido, aunque están en proceso de elaboración. Esto impide evitar, con herramientas claras, ciertas irregularidades. El caso del Parque Tupungato es peor, porque ni siquiera está asegurado su acceso público.
Aguirre pertenece a Asoprovida (Asociación Protectora de la Vida) y adoptó esta capacitación como un paso más en sus prácticas de conservación del medio ambiente y la agricultura orgánica. “Nosotros trabajamos mucho en la educación y concientización y esto nos permitirá realizar acciones más concretas”, dijo el hombre.
Hoy, tras la entrega de los diplomas y puntajes a los egresados, también se hará el lanzamiento de un Consejo de Defensa del Arbolado Público, conformado por vecinos de Tunuyán.
Para fomentar estos voluntariados, el diputado Emiliano Campos (UCR) buscó la declaración de interés provincial de este curso bajo la resolución N°1192/16. “El derecho ambiental alberga el cuidado de los demás derechos humanos; para eso es necesaria la participación ciudadana”, dijo el legislador.