La plataforma de redes sociales conocida anteriormente como Twitter, ahora rebautizada como X bajo la dirección de Elon Musk, se encuentra en el centro de una controversia en el mundo de las redes sociales debido a nuevos informes que sugieren que la plataforma recopilará información de los usuarios para entrenar sistemas de inteligencia artificial (IA). Los informes recientes de Bloomberg revelaron que esta plataforma digital está almacenando datos laborales, educativos y biométricos.
La polémica se generó tras la publicación de un artículo en Stackdiary, que titulaba “Twitter ha actualizado sus términos de servicio para permitirle usar publicaciones para capacitación en IA”. En la política de privacidad de la red social, se incluye una indicación que dice: “Podemos utilizar la información que recopilamos y la que está disponible públicamente para ayudar a entrenar nuestros modelos de aprendizaje automático o inteligencia artificial para los fines descritos en esta política”.
Aunque Twitter ya no cuenta con un departamento de prensa propio, dificultando la confirmación de esta acción, Elon Musk, quien adquirió la plataforma hace aproximadamente un año, ratificó el cambio en un tuit. Musk aseguró que solo utilizarán datos públicos y prometió que no accederán a “mensajes directos ni nada privado”.
La relación de Elon Musk con la inteligencia artificial ha sido ambivalente. Si bien fue un crítico feroz de los desarrollos en este campo y uno de los firmantes de una carta pública que exigió un freno de seis meses en los avances de las compañías de IA, él estuvo involucrado en la fundación de OpenAI, la organización detrás de ChatGPT. Además, Musk recientemente creó una nueva empresa llamada xAI relacionada con la inteligencia artificial.
Este cambio en la política de privacidad de Twitter se produce en un momento en que los desarrollos de IA están en constante crecimiento. El éxito de ChatGPT de OpenAI dio lugar a sistemas de IA competitivos, como Bard de Google. Si bien estas tecnologías ofrecen oportunidades, también plantean riesgos, lo que llevó a llamados en la industria para una regulación que dirija el uso de estos avances en línea con principios éticos y que garantice la seguridad de la sociedad.