El amor no está en el aire… está en las apps

Las aplicaciones para encontrar pareja se multiplicaron en el último tiempo y fueron las que mejor se adaptaron a la pandemia. Algunas fueron creadas especialmente con ese fin y otras simplemente lo posibilitaron.

El amor no está en el aire… está en las apps
Las apps para encontrar pareja no son nuevas pero en épocas de pandemia fueron las que mejor se adaptaron.

Este domingo 14 de febrero veremos tres tipos de publicaciones en las redes sociales: la de los que desean un feliz San Valetín con fotos de sus parejas, la de los que se enorgullecen de estar solteros y la de los que se burlan de ambos.

La gracia del día estará en hacer referencias al amor, el sexo y la pareja en las mismas aplicaciones donde muy posiblemente algunas de esas tres cosas haya sido buscada, encontrada o perdida.

Las apps para encontrar pareja no son nuevas pero en épocas de pandemia fueron las que mejor se adaptaron. Muchas entendieron que el encuentro físico no iba a ser posible en el corto plazo y ofrecieron opciones para que el contacto no se redujera a un simple chat.

La popularidad es lo que marca la tendencia y aunque hay muchas aplicaciones exclusivamente destinadas a conocer gente, también las hay que posibilitan lo mismo pero de forma involuntaria.

Las apps más populares

Tinder

Es la más popular de todas y tiene 300 millones de descargas. Su fuerte es su simpleza y para utilizarla solo hay que rellenar un perfil personal, que incluye preferencia de género, distancia y rango de edad. Una vez completado sugerirá perfiles de personas en base a esos datos a las que se debe deslizar a la derecha si uno está interesado o a la izquierda para descartar. Si alguien elige nuestro perfil y hemos elegido el de esa personas haremos “match” y la app posibilitará el chat privado entre ambos.

Todo está en la versión gratuita -que tiene publicidad- pero hay una de pago que incluye la posibilidad de ver quienes nos han dado un “like” o acceder a perfiles de otras regiones.

Tinder se adaptó a la pandemia y agregó la opción de videollamadas como forma de lograr un acercamiento más allá del chat.

Happn

Aunque es menos popular que Tinder, fue ganando terreno y desplazó a Badoo una app que sigue siendo popular en Argentina. Su consigna también es sencilla e involucra a la geolocalización del teléfono. Después de armar un perfil, la app mostrará los que coincidan con el nuestro y con los que nos hayamos cruzado en un radio de 250 metros, indicando el lugar y la hora en la que hemos coincidido. Si dos personas se gustan habilitará el chat privado entre ellas.

Aunque requiere tener encendida la localización de forma permanente, algo que atenta contra la seguridad personal y la vida útil de la batería del móvil, la app posibilita ocultar el dato del lugar y hora en la que un perfil se cruzó con otro indicando sólo que compartieron un espacio pero sin detalles. Happn tiene 50 millones de usuarios y también tiene una versión de pago que permite hacer saber a alguien que uno está interesado.

Grindr

Esta app está diseñada exclusivamente para hombres gays. Aunque hay muchas con su estilo, es la más popular y su sencillo sistema la transformó en un éxito. Usa la geolocalización para mostrar perfiles de acuerdo a la distancia. Aunque se pueden agregar info detallada requiere datos mínimos para funcionar y no pide identificarse para interactuar con otros.

Se usa principalmente para concretar encuentros sexuales pero no siempre es el caso. Al igual que otras apps su descarga es gratuita y se gestiona con publicidad o se puede pagar y acceder a servicios extras.

El dato curioso es que aunque incluye a hombres gays es la app menos LGBTQI+ de todas. No hay diversidad entre sus usuarios a diferencia de las otras que permiten todo tipo de orientaciones y géneros.

Las “involuntarias”

Estas son las apps que no tiene como finalidad formar parejas pero muchos la usan para eso. Es, por ejemplo, el caso de Instagram. Seguir a alguien, darle likes a sus fotos y chatear son los pasos habituales para hacerle saber a alguien que nos gusta y muchos no se avergüenzan de contar que se conocieron así. Hasta hace unos años pasaba lo mismo en Twitter antes de que el odio venciera al amor.

Facebook es otro lugar donde muchos se conocieron y formaron pareja. Tal es así que ahora la red social decidió lanzar su propio servicio de citas llamado Parejas.

App para todes

Aunque unir intereses en común es la base de las app de citas, algunas dieron un paso más y avanzaron hasta centrarse en detalles específicos para formar parejas. Un ejemplo es OkCupid, una app que en Argentina no es muy conocida pero es muy popular en EEUU. Existe desde hace más de una década y para rellenar un perfil pide una lista interminable de información. Entre sus opciones permite elegir hasta 12 identidades de género y eso hace que los perfiles que muestra sean altamente refinados.

Otras apps, en cambio, se centran en gustos específicos para conocer gente. Así están Just A Baby, una app para gente que desea tener hijos; FarmersOnly, para fanáticos de las granjas o The League, para los que buscan solo personas con éxito profesional.

La política no se queda afuera: en EEUU fue ganando espacio DonaldDaters, una app que conecta a los seguidores de Trump. Tampoco la religión y ChristianMingle, una app para solteros cristianos, también es bastante utilizada.

También las hay que buscan darle un giro a las app tradicionales. Ese es el caso de Bumble, una app de citas similar a Tinder pero con una diferencia esencial: el chat entre dos personas no se activa hasta que la mujer envía el primer mensaje. Si en 24 horas una chica no ha enviado un mensaje, la conexión se pierde. La app aclara que estas reglas sólo están vigentes para relaciones heterosexuales y no aplican a las del mismo sexo.

¿Mejores o peores relaciones?

Aunque la forma de conocer a alguien ha cambiado, la “chispa” sigue siendo la condición para que una pareja exista. Y aunque parezca muy superficial buscar pareja online, un estudio de la Universidad de Ginebra (UNIGE) reveló que los usuarios de apps de citas tienen intenciones de convivencia y formar una familia que aquellas que se forman en un entorno no digital. “Internet está transformando profundamente la dinámica de cómo las personas se encuentran”, confirmó Gina Potarca, investigadora del Instituto de Demografía y Socioeconomía de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNIGE, a cargo del estudio.

Varios estudian buscan dar cuenta de cuánto nos afecta esta forma de socializar y relacionarse. Un artículo publicado en The Economist señaló que 70% de las parejas del mismo sexo se conocen a través de este tipo de aplicaciones.

”Sabiendo que las aplicaciones de citas probablemente se volvieron aún más populares durante los períodos de confinamiento y distanciamiento social, es reconfortante descartar las preocupaciones alarmantes sobre los efectos a largo plazo del uso de estas herramientas”, señaló Potarca.

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