La era dorada de las plataformas de entretenimiento en streaming ha sido breve pero intensa. No es que haya muerto pero sí enfrenta la dura realidad de renovarse para seguir viviendo, especialmente post pandemia.
La crisis no solo se percibe en la huída de usuarios sino en otro ámbito que parecía casi extinto: la piratería.
Un estudio global reveló que el contenido ilegal no solo no ha desaparecido sino que además en este 2022 ha crecido con fuerza, especialmente en películas, libros y programas de televisión.
Alma pirata
El inicio del siglo XXI no solo trajo la popularidad de Napster -aquella malograda plataforma P2P donde la gente compartía música con desconocidos- sino que abrió el debate sobre las implicaciones del contenido pirata y el deseo del consumidor de tener cualquier contenido a la mano sin trabas comerciales ni restricciones fronterizas.
La industria tardó en entender que la gente no quería piratear como meta primaria sino acceder a música, películas o series sin complicaciones. Finalmente el streaming llegó, se expandió y logró satisfacer la demanda online a un precio razonable.
Este cambio de modelo tuvo efecto en la piratería que bajó drásticamente en comparación a cifras de principios del 2000. Sin embargo, los datos de la consultora británica MUSO revelan que la solución de contenido online no resultó igual para todas las formas de entretenimiento.
La firma publicó un informe donde señala que la piratería creció en los ocho primeros del 2022 en todo el mundo respecto de 2021. En concreto, se incrementó 21,9% respecto del mismo periodo del año anterior.
Del total de contenido pirateado, lo que más creció fueron las películas que incrementaron su tráfico ilegal en 49% entre enero y agosto de este año. En el mismo periodo los contenidos de televisión compartidos de forma ilegal aumentaron 11%. También se conoció que el tráfico a sitios web de piratería subió 22% en ocho meses de 2022.
El reporte de MUSO -que midió el tráfico a los sitios web de piratería de enero a agosto de 2022- notó que la piratería ha aumentado en todos los sectores de la industria del entretenimiento, aunque de forma dispar. La música, por ejemplo, es donde menos creció la piratería y solo registró un incremento 3,87% respecto de 2021.
Aunque la piratería de películas es lo que más creció, es el contenido televisivo es el que lidera el ranking general. Según el estudio, las series representan el 46,6% del total de contenido de entretenimiento pirateado, mientras que las películas solo es el 12,4%, y el software ronda el 6%.
Online vs. descargas
El dato distintivo de la piratería actual es la forma en que funciona. El reporte señala que del total de contenido ilegal, el 53,9% se consumió online a través de sitios web de transmisión sin licencia mientras que 46,1% fue por enlaces de descarga, incluidos torrents y cyberlockers.
La medición del estudio se hizo a través de todo el ecosistema de piratería que incluyó visitas realizadas tanto en computadoras de escritorio como dispositivos móviles como celulares, tablets y notebook. Así lograron hacer seguimiento al consumo de piratería directa en más de 388.000 títulos de TV y películas tanto en la red de torrents para descarga como en sitios web de transmisión sin licencia.
Si se separa por categorías, los datos revelan que 95,1% del contenido de televisión pirata se consume por transmisión online en páginas web ilegales. Dicho de otro modo, muy pocos descargan series y la mayoría las mira online en páginas piratas.
En el caso de las películas, los sitios de transmisión online también están a la cabeza con 55%, pero los sitios de descarga también se siguen utilizando con frecuencia (45%).
Causas del fenómeno
Hay varias razones por las que se incrementó la piratería de contenidos en el mundo pero hay dos factores clave: inflación y sobreoferta de plataformas de streaming.
Durante la época de cuarentena estricta en plena pandemia, las plataformas de streaming lanzaron promociones y extendieron sus periodos de prueba sin costo frente a un público cautivo que demandaba mucho pero que no encontraba nada nuevo debido a las restricciones para producir series y películas nuevas por el riesgo de Covid.
Pasado ese periodo de encierro extremo, las producciones se retomaron pero también las prácticas restrictivas de productoras y plataformas. Así creció la cantidad de películas y series nuevas pero mucho de ese contenido está exclusivo en una sola plataforma y a veces limitado geográficamente. A su vez surgieron más plataformas con contenido propio y el usuario solo puede notar que tener más servicios es más caro que entretenido.
El precio fue otro factor determinante. Netflix, por ejemplo, es la plataforma más popular pero también más cara en todos los países. Eso le hizo perder millones de usuarios y se ha visto forzada a lanzar un plan más barato con publicidad para detener su caída. Otros servicios como HBO Max, Disney+ o Star+ crecieron gracias a sus ofertas pero el modelo de negocio no terminó de funcionar y ya anunciaron subida de precios o planes alternativos con anuncios para retener usuarios y ganancias.
Estas trabas llevaron a la aparición de más sitios pirata de contenido online que solucionaron los principales problemas: se puede encontrar todo en un solo lugar, no hay que esperar el lanzamiento en el país donde se reside y se puede consumir sin pagar nada.
La conexión a internet en el hogar también subió de precio pero los usuarios la priorizaron como herramienta primordial para seguir viendo contenidos de entretenimiento, ya sea legal o pirata.
“Lo que está claro es que la demanda de la audiencia global por contenido de medios y entretenimiento está aumentando y la piratería sigue siendo un método de consumo accesible y quizás preferido”, señaló el CEO de la consultora Andy Chatterley en un comunicado.
“Los datos de medición de la audiencia son fundamentales para las estrategias de cumplimiento óptimas, pero también se pueden utilizar para comprender mejor a la audiencia para la inteligencia comercial”, agregó.
Ilegalidad sin fronteras
El país con mayor piratería es también el que más contenido produce: Estados Unidos. Representa el 10,9% del total de piratería registrada entre enero y agosto de 2022, y representa alrededor de 15.000 millones de visitas a sitios ilegales.
El segundo puesto es para Rusia, aunque está lejos de EE.UU. en número ya que solo tiene la mitad de visitas a sitios pirata. La lista de los 10 primeros puestos la completan India, China, Francia, Gran Bretaña, Canadá y Turquía además de dos países de América Latina. Brasil y México ocupan el puesto 6 y 10 respectivamente.
La ecuación es simple: los países más piratas son los de mayor población y con mayor cantidad de conexiones a internet en el hogar.
Argentina está afuera del top 10 de países con conductas piratas pero refleja algunas de las tendencias actuales.
Editoriales en crisis
El contenido televisivo ocupa el primer puesto entre lo más pirateado y la categoría editorial ocupa el segundo lugar con un 28% y se ubica por encima de las películas. Entre enero y agosto de 2022 creció más de un tercio respecto del mismo periodo de 2021.
Libros y cómics son lo más pirateado y el 99% se obtiene de sitios de descargas. Para este rubro casi no existe el consumo online aunque hay sitio para leer contenido en la nube.