Las Vegas, en Estados Unidos, no es sólo hoteles, casinos, recitales y matrimonios exprés. Durante los primeros días de enero de cada año, la Ciudad del Pecado se convierte en el epicentro mundial de la innovación tecnológica, aunque sin renunciar a la espectacularidad, de la mano del Consumer Electronic Show, mejor conocido por su sigla CES.
“Si puedes soñarlo, puedes crearlo” parece ser el motor de cientos de marcas y fabricantes que cada año sorprenden con productos para entretenimiento, salud, transporte, hogar y cualquier ámbito de la vida dónde se pueda aplicar un gadget.
Renovaciones e innovaciones
El CES de este año mostró muchos productos nuevos y otros ya vistos, pero con versiones mejoradas.
Las pantallas fueron el centro de atención no solo por sus capacidades sino también por su variedad.
Displace TV, por ejemplo, es un televisor OLED de 55 pulgadas completamente inalámbrico y que puede adherirse con ventosas a cualquier superficie plana.
Samsung presentó su pantalla Micro LED flexible y extensible, capaz de convertir contenido 2D en 3D sin gafas. LG reveló un televisor enrollable mejorado, con mayor resolución y diseño más compacto, mientras que TCL exhibió pantallas transparentes integradas en muebles.
Los autos eléctricos y autónomos dominaron el evento. BMW mostró su i Vision Dee, un vehículo con carrocería personalizable mediante tinta electrónica. Sony y Honda avanzaron en su proyecto Afeela, con un enfoque en entretenimiento integrado. Además, Ford presentó una camioneta eléctrica con tecnología de conducción autónoma de nivel 4.
El hogar inteligente fue el que más variedad de gadgets sumó. Samsung destacó con su sistema “Home AI”, que conecta dispositivos del hogar en una red inteligente y LG presentó algo similar pero en forma de robot llamado AI Home Hub Q9.
En tanto Bosch presentó una cuna inteligente con IA que monitorea al bebé dormido y lo entretiene al estar despierto.
¿Confiar o no en la IA?
Aunque en esta edición de CES hubo muchos productos nuevos, también se vieron muchos exhibidos en el pasado, pero con versiones renovadas, pero todos con la incorporación de la Inteligencia Artificial como principal atractivo.
Aunque era previsible que la IA sería el centro de la escena, muchos se preguntan si con solo incorporarla es suficiente.
Un estudio de la empresa Accenture destacó que para que la IA tenga el impacto que se espera, es esencial que cuente con la confianza del usuario.
En base a esto, su investigación señala que 77% de los ejecutivos considera que los verdaderos beneficios de la IA solo serán posibles cuando se construya una base de confianza y 81% acuerda en que la estrategia de confianza debe evolucionar en paralelo con cualquier estrategia tecnológica.
Karthik Narain, director ejecutivo del grupo de Tecnología y CTO de Accenture, explica cómo debería ser ese camino:: “Si bien las tecnologías convencionales han respaldado durante mucho tiempo las necesidades comerciales predeterminadas, este es un momento generacional de transición. La autonomía creada por estos sistemas de IA generalizados puede ayudar a las organizaciones más que nunca a ser más dinámicas. Permitirá a los líderes repensar cómo se diseñan los sistemas digitales, cómo trabaja la gente y reinventar cómo crean productos e interactúan con los clientes”.
7 productos disruptivos en CES 2025
Pantalla Micro LED extensible de Samsung
Se trata de un panel flexible que puede transformarse de un formato plano en 2D a una estructura tridimensional, ofreciendo una experiencia visual innovadora. Se puede estirar hasta 25% y crea un efecto 3D.
Pulsera neural Mudra Link
Wearable Devices Ltd.lanzó este producto que permite controlar dispositivos digitales mediante gestos. Utiliza sensores de conducción nerviosa superficial para capturar impulsos eléctricos de las neuronas motoras, que luego son interpretados por algoritmos de IA para ejecutar comandos.
Máquina de rayos X portátil
La AirRay-Mini, presentada por la firma POSKOM, es un sistema portátil de rayos X diseñado para ofrecer imágenes médicas de alta calidad en situaciones de emergencia o en entornos donde la movilidad del paciente es limitada.
Cuchara que sala la comida
La empresa japonesa Kirin Holdings apunta a mejorar la salud al enviar pequeños impulsos eléctricos que hacen que los iones de sodio se acumulen en la lengua para realzar el sabor de la comida sin tener que poner sal extra.
“Tostador” para cargar celulares
La empresa Swippitt Instant Power System presentó un dispositivo similar a una tostadora que puede cargar la batería de un smartphone a casi al 100% en apenas 2 segundos con solo meterlo por la ranura.
Cuna Inteligente
Se llama Revol y está diseñada para facilitar y hacer más segura la crianza de los bebés mediante el uso de sensores, cámaras e inteligencia artificial. Monitorea signos vitales, patrones de sueño, obstrucciones faciales y se convierte en mecedora automática.
Bolígrafo inteligente
Luma presentó una lapicera con tres cámaras en su punta y que se puede usar sobre cualquier superficie. El movimiento se sincroniza y se registra en el teléfono para digitalizar la escritura o dibujos en tiempo real.
No todo lo que brilla es oro
Cada año el CES nos deslumbra con las innovaciones que se presentan hasta que llega el duro golpe de realidad llamado “experiencia del usuario”.
Muchos productos presentados en la feria no logran superar el impacto inicial cuando llegan a las manos del consumidor.
Los ejemplos más recientes están en Rabbit R1 y el Humane AI Pin, dos dispositivos muy disruptivos que auguraban el fin de los smartphones y la prevalencia de la IA. Sin embargo, ambos resultaron ser una decepción en el uso diario, además de costosos y poco prácticos.
Celebremos al robot mascota o a la aspiradora que levanta la ropa del piso, pero pensemos si su tecnología “futurista” es lo que realmente necesitamos.