La selección de Holanda, rival de Argentina el miércoles en las semifinales del Mundial, es una de las grandes potencias del fútbol, pero nunca pudo alzarse con un título ecuménico, por lo que en esta edición 2014 aspira a romper el maleficio, aunque dependerá de lo que pueda surgir de Arjen Robben, por lejos su gran figura.
Tiene una capacidad goleadora temible en esta cita de Brasil, siendo el equipo que más anotó, con 12, pero la realidad es que hasta el momento solo brilló ante España, último campeón, en el debut, porque luego pasó más de un sobresalto y recostó todas sus ilusiones en los pies del crack del Bayern Munich de Alemania.
Robben, de 30 años, ya demostró que es capaz en soledad de cambiar el rumbo de un partido, pero sobre todo en los cotejos decisivos se lo notó muy solo pues sus compañeros, muchos de ellos figuras también en el fútbol internacional, no estuvieron a la altura de las circunstancias y apenas mostraron apariciones esporádicas.
Con los partidos se desdibujó
En el estreno ante España, Holanda, subcampeón en Alemania ‘74, Argentina ‘78 y Sudáfrica ‘10, asustó a los otros 31 participantes del Mundial con una categórica goleada por 5 a 1 con sendas conquistas de Robben y Robbin Van Persie y otro de Stefan De Vrij, pero de ahí en más su rendimiento se fue a pique.
Le costó mucho vencer a Australia, con el que supo estar 1 a 2, y también a Chile, que superó 2-0 pero recién en los minutos finales. Pasó con puntaje ideal la fase de grupos, sí, pero ya con un rendimiento más acorde al resto de los equipos, o sea con un trabajo correcto pero sin brillo.
Y ya en octavos ante México, la pasó muy mal y estuvo a dos minutos de quedar eliminado hasta que por fin dijo presente Wesley Sneijder con una “bomba” de afuera del área y luego Robben fabricó un penal en el descuento que Klaas Jan Huntelaar cambió por gol.
La historia contra la sorpresiva Costa Rica es bien reciente, ya que los naranjas no tuvieron ideas para romper a su defensa, y sólo ganaron en los penales, con una jugada magistral de su DT Louis Van Gaal, quien generó un efecto psicológico al sacar al arquero Jasper Cillessen y colocar a Tim Krul, quien tapó dos remates.
En cuanto al juego, Robben es el amo y señor de todas las pelotas, que de manera casi obligatoria deben pasar siempre por sus pies. Recostado habitualmente por la derecha, el zurdo cada vez que toma el balón genera peligro porque tiene una velocidad impresionante que lo combina con habilidad y con precisión a la hora de rematar.
Un goleador sin socios
Sin embargo, amén del primer partido, después no encontró socios en la ofensiva y tuvo que abusar de la individualidad o de centros que se tornaron intrascendentes.
Así, su eficacia goleadora decayó a punto tal que ya van tres cotejos que no convierte y su equipo lo sintió porque le costó mucho resolver los partidos por otra vía.
A Van Persie, autor de uno de los goles más lindos del Mundial con una “palomita” ante España, se le cerró el arco porque sumó tres en dos cotejos pero luego desaprovechó las que tuvo ante México y Costa Rica, y Sneijder, otra de las estrellas, apareció con el “zapatazo” ante México, pero luego nada más para resaltar.
Nigel De Jong, factor clave en el mediocampo para Van Gaal, se perdió el partido ante México por lesión y si bien estaba descartado para lo que resta del campeonato Mundial por un desgarro, la realidad es que trabaja a contrarreloj para intentar regresar en el trascendental partido ante Argentina.
Y en las otras líneas, Stefan De Vrij y Rob Vlaar son dos enormes zagueros de 1,89 mts, no muy veloces pero si efectivos en el juego aéreo tanto en defensa como en ataque.
Mientras que, el arquero Jasper Cillessen se mostró muy firme y sólido las veces que le tocó entrar en acción a lo largo de los cinco partidos.
Por último, su sistema táctico en el último partido fue un 3-4-3, aunque con dos laterales-volantes como Dirk Kuyt y Daley Blind que se suman a la ofensiva cuando el balón pasa la mitad de la cancha, pero forman una línea de cinco en el fondo a la hora de defender.
De todas maneras, no es definitivo que juegue ante Argentina con ese esquema porque su experimentado entrenador, de 62 años, ya mostró distintas variantes a lo largo de la Copa y podría variar debido a que el conjunto “albiceleste” tiene otro sistema e idea de juego muy diferente a lo que le presentó Costa Rica, en Salvador.
Holanda, que perdió una final ante Argentina en 1978 (las otras con Alemania en 1974 y España en 2010), está en su “bunker” de Río de Janeiro y hoy viajará a San Pablo para alistar sus últimos detalles a la espera del trascendental duelo ante el equipo de Lionel Messi y compañía, el miércoles en el Arena Corinthians.
La ilusión de los “Naranjas” en esta semifinal (instancia a la que también llegaron en Francia “98 y cayeron con Brasil por penales), es que Robben esté nuevamente afilado y que sus compañeros esta vez lo acompañen para sortear el anteúltimo obstáculo que los separa del anhelo máximo de su país: ganar por fin una Copa del Mundo.