Ayer por la mañana el hospital pediátrico Humberto Notti se llenó de música y color.
Música y color que llegaron a todos los que estuvieran cerca pero, pero que estaban especialmente destinados a los niños internados, particularmente en Oncología, ya que la actividad se realizó en un patio al que dan las ventanas de internación clínica y terapia intensiva.
El personal de la Comisaría Novena organizó una visita que incluyó a la banda de la Policía de Mendoza, a payasos y regalos para los 106 chicos de Oncología y los inmunodeprimidos.
Gracia a ello, a la mañana nublada, gris y fresca le sobró el color y el calor. Desde las habitaciones, los pequeños se acercaron curiosos y desde detrás del vidrio siguieron atentos lo que sucedía en el exterior. Estaba pensado para ellos y el regalo más importante fue un momento que los distrajo de aquello que los llevó a estar en esa cama.
Fueron poco los niños los que pudieron salir al patio. Hasta Oncología, en otro sector, fue el aire el que llevó las notas para que ellos pudieran imaginarse el resto. Más tarde, las enfermeras –ya que el acceso es restringido para protegerlos– les acercaron los regalos: libros para pintar, los necesarios colores, juegos didácticos y hasta un par de pantuflas para cada uno.
Los payasos bailaron y saludaron a los chicos a través de los vidrios. La banda tocó canciones que los chicos ya conocían, como "El sapo Pepe", "Recuérdame" (de la película "Coco") y "Señora Vaca". Pero al final también hubo un "extra" para los adultos: la banda acudió al pop y tocó un "enganchado" de Michael Jackson, que dedicó especialmente a los médicos por la cercanía del Día de la Sanidad (celebrado el 21 de setiembre).
Los pequeños que estaban mejor de salud pudieron asomarse al patio y participar, acompañados de sus padres, por sus médicos y enfermeras.
Kevin, de 7 años, tuvo su momento de suerte. Está internado allí desde el miércoles pasado, pero los médicos le dieron permiso para salir de la habitación. Su mamá, Estefanía, lo llevó "a bordo" de una silla de ruedas. "Está chocho, le encanta", comentó alegre.
Allí estaba cuando le regalaron una espada hecha con un globo naranja y con la que dibujó en el aire el ritmo de la música. La suerte no terminó ahí: un poco después un payaso se acercó y le regaló una bolsa con golosinas.
Quizás bailaron y aplaudieron más los grandes que los chicos, y muchos guardaron el recuerdo en una filmación. Se trató de un momento que tuvo mucha emotividad también, sobre todo por el estado de salud de muchos de los niños allí internados.
Una chica de unos 12 años se acercó a uno de los ventanales del pasillo de arriba mientras una mujer, quizás su madre, le llevaba el soporte para el suero. Otros, desde una ventana más alta sacaron un cartel para poder agradecer la visita.
Un gesto de los policías
La idea surgió del personal de la comisaría Novena, quienes reunieron de sus propios bolsillos el dinero para comprar las 106 pantuflas. Además, organizaron la visita y, ya en el lugar, hicieron la entrega de los regalos.
También cursaron la invitación a la Banda de la Policía que inmediatamente se sumó. "Ya hemos tocado en este hospital, pero es la primera vez que participamos de una iniciativa para los pacientes oncológicos, así que estamos muy contentos", destacó el subdirector, Gustavo Domínguez.
A la banda la integran 45 policías . Uno de los miembros comentó que muchos comenzaron siendo músicos y después decidieron ser policías. Por eso, además de dominar los instrumentos, realizan otras tareas, como operativos de rutina.
"El rol de la banda es acercar la Policía a la sociedad y viceversa. Por eso además de ser la banda oficial estamos permanentemente en contacto con escuelas, iglesias o uniones vecinales. Hasta hemos ido a inaugurar barrios", agregó Domínguez.
Junto a los músicos, fueron de la partida miembros de la organización civil Ayudemos a Ayudar, quienes se disfrazaron de payasos, llevaron globos, golosinas y reunieron el resto de los regalos.
"Vamos a comedores, casas cuna, a los barrios; hacemos actividades, siempre gracias a contactos con empresas que nos ayudan", comentó Claudia, envuelta en un colorido vestuario.
Hizo falta una manito más: la de la cooperadora del Hospital Notti, a través de cuya gestión se pudo entrar al nosocomio.
La comisaria tuvo a su hija internada allí
La principal responsable de la comisaría Novena es la comisaria María Fernández, quien contó a Los Andes que tuvo a su hija internada y aislada allí dos veces. Es decir, sabe de lo que sufren los pacientes y su familia.
Fernández tiene a su cargo a 32 policías, 12 de los cuales son mujeres.
"La intención fue acercarnos como institución a la sociedad. Vimos meritorio iniciarlo desde esta lugar, donde a veces están los niños y los papás desconsolados, porque uno ante todo lo ve como papá", mencionó.
Y agregó: "El objetivo es transmitirle un momento de alegría a los chicos. Y decirles a los padres que, como policías, aquí estamos, y pueden contar con nosotros".