Viajar a Europa es empaparse de historia, arte y cultura. Sin lugar a dudas, uno de los grandes atractivos del viejo continente son sus museos en cuyo interior descansan las grandes obras de arte del mundo. Sin embargo, la oferta parece infinita y fácilmente uno se pierde en la variedad de opciones que circulan en cada ciudad. A continuación una guía orientativa sobre los principales exponentes en esta materia para resolver las dudas de cuáles visitar.
Madrid
Para los amantes del arte el Museo del Prado es un paso obligatorio cuando se visita Madrid. Este mega museo no sólo es uno de los más grandes del continente sino que posee la colección más nutrida de pintores españoles. Variedad de obras de El Greco, Goya y Velázquez son sólo algunos de los renombrados artistas cuyos trabajos se pueden apreciar. Entre ellas, observar el célebre cuadro de Las Meninas de Diego Velázquez es un enorme privilegio.
Es importante ingresar al Prado sabiendo que la magnitud que posee lo hace inabarcable de buenas a primeras. Teniendo en cuenta esta limitación lo recomendable es elegir de antemano las obras que se quieran ver.
Cercano a la estación de trenes de Atocha, el Museo Reina Sofía nada tiene que envidiarle al anterior. Ubicado en lo que fuera tiempo atrás el antiguo Hospital General de Madrid desde 1986 alberga -ni más ni menos- afamadas piezas de arte contemporáneo como el Guernica de Pablo Picasso. A éste se suman cuadros de los catalanes Salvador Dalí y Joan Miró, por nombrar sólo algunos de los grandes ejemplos del arte de nuestros días que pueden encontrarse aquí.
La forma en que están dispuestas las colecciones es ordenada y clara lo que ayuda a que la visita sea placentera y hace posible recorrerlo en su totalidad.
Florencia y Roma
Si Italia es sinónimo de arte, Florencia lo es del Renacimiento. La que fue capital italiana entre 1865 y 1871 ha sido testigo y protagonista del auge artístico y arquitectónico que tuvo el país. En la actualidad, quien la recorre puede admirar lo que aquella época dorada dejó a esta urbe.
La Galería Uffizi abierta oficialmente como museo desde 1765 es uno de los más importantes de Europa y conserva gran parte del patrimonio artístico que la dinastía Medici legó a Florencia a través de Ana María, su última duquesa.
Al igual que el Museo del Prado, la magnitud de esta galería hace que recorrerla entera sea una tarea difícil ¿La solución? Elegir las obras o salas que se quieren apreciar de antemano. Especialmente bellos son los cuadros de Sandro Boticelli entre los cuales se destaca El Nacimiento de la Venus y La Primavera. A estos se suman las obras de Da Vinci, Rafael, Caravaggio y Tiziano, pasos obligados.
Presenciar el David de Miguel Ángel en la Galería de la Academia deja simplemente sin aliento. La más larga espera -suelen ser filas enormes en temporada alta, aunque pueden comprarse las entradas con anticipación- está justificada para ver una de las obras más emblemáticas de este maestro italiano creada con tan sólo 25 años.
Preceden al David, Los prisioneros -inicialmente pensados para la tumba del Papa Julio II- parecen querer salir de sus pesadas estructuras de piedra donde se visualizan sus formas. Trabajos de Botticelli, Filippino Lippi y Pontorno son algunos artistas que completan la muestra.
Roma y la Ciudad del Vaticano tampoco se quedan atrás cuando de arte se trata y día tras día infinidad de viajeros acuden a presenciar la famosa Capilla Sixtina en los Museos Vaticanos. Sin embargo, las procesiones de apurados turistas que enceguecidos caminan a la famosa obra de Miguel Ángel, suelen pasar por alto interesantes piezas como: las estancias de Rafael, los aposentos Borgia y el sector de Arte Religioso Moderno con obras de: Auguste Rodin, Vincent van Gogh, Paul Gauguin, Vasili Kandinsky, Marc Chagall, Paul Klee, Eduardo Chillida, Salvador Dalí y Pablo Picasso.
A la colección privada de Julio II -que dio inicio al museo- se han sumado con el correr de los siglos variedad de piezas de todas las épocas y estilos. Hoy, la dimensión de los Museos Vaticanos es indescifrable. De hecho se dice que gran parte de la colección no se expone por problemas de espacio y de seguridad que controle las salas. Una vez más, elegir las obras a presenciar es una buena opción para no perderse en estos laberintos de arte.
París
El Museo Louvre es otro de los ejemplos de mega museo europeo. Ubicado en el corazón de París se ha convertido en un emblema de la ciudad luz. Sus pirámides vidriadas aparecen -prácticamente- en cualquier fotografía de quien haya visitado esta capital. Este antiguo palacio real abrió sus puertas como museo en el año 1793. Allí se nacionalizaron las colecciones de arte que habían pertenecido a la recientemente abolida monarquía y en sus comienzos la entrada fue gratuita como forma de acercar el arte a todos los ciudadanos.
Desde entonces la colección del Louvre no ha ido más que en aumento. En su interior el visitante se hallará con amplias piezas de arte: francés, alemán, holandés, antigüedades egipcias, griegas, romanas y etruscas son algunas a calificar. Aunque sin duda la gran mayoría acude a ver la tímida sonrisa que cautiva al mundo desde hace siglos: la Mona Lisa de Leonardo Da Vinci.
Ubicado en la antigua estación de trenes que da nombre al lugar el Museo de Orsay es uno de los más recomendados cuando se visita París. Pinturas, esculturas y artes decorativas del siglo XIX es lo que alberga su interior. Piezas de grandes autores como Pierre-Auguste Renoir, Édouard Manet, Paul Gauguin, Paul Cézanne, Eugène Delacroix y Edgar Degas, son algunas de las protagonistas de este deslumbrante edificio.
Londres
La oferta de museo de la capital inglesa es variada y apela a todo tipo de visitantes. El Museo Británico es uno de los más importantes de la ciudad y sus variadas colecciones atraen a miles de personas al año. Historia, arqueología, etnografía y arte son una parte de las materias de los objetos que se exhiben. El espacio se jacta de poseer la colección de arte egipcio más grande fuera de este país y cuando se aprecian la variedad y tamaño de los objetos exhibidos no es difícil de creer.
Al otro lado del Támesis, una antigua central de energía ampara al Tate Modern, edén para los amantes del arte contemporáneo, y uno de los más importantes del mundo en esta materia desde su apertura en el 2000. Obras de: Cézanne, Klee, Picasso, Dalí y Warhol llenan sus salas. La moderna edificación del Tate hace de este lugar una obra en sí misma. Londres vista del otro lado del río es una postal que ningún turista debería negarse.
Ubicado en uno de los puntos neurálgicos de la capital -en Trafalgar Square-, la National Gallery expone pintura europea de 1250 a 1900 por lo cual en el transcurso del recorrido el visitante puede apreciar trabajos que van desde el renacimiento hasta el post impresionismo. Gran parte de sus piezas son producto de donaciones privadas a diferencia de muchos de los otros museos europeos que se han conformado por colecciones reales. Al igual que en el resto de los museos ingleses, la entrada es gratuita sólo con excepción de exhibiciones especiales.
A tener en cuenta
La mayoría de los museos ofrece la posibilidad de comprar las entradas en línea, una excelente opción para ahorrarse las largas filas, sobre todo en temporada alta.
Museo del Prado: Las entradas pueden comprarse por internet en www.museodelprado.es
Entrada gratuita: de lunes a sábado de 18 a 20 y domingos y festivos de 17 a 19.
Museo Reina Sofía: www.museoreinasofia.es
Entrada gratuita: de lunes, miércoles, jueves y sábados, 19 - 21, viernes, 19 - 23 y domingos, 15- 19.
Teatro Museo Dalí: www.salvador-dali.org
Galería Uffizi: www.uffizi.com
Galería de la Academia: www.academiaflorencia.com
Museos Vaticanos: mv.vatican.va
Museo Louvre: www.louvre.fr
Museo Orsay: www.musee-orsay.fr/es
Museo Británico: www.britishmuseum.org
Tate Modern: www.tate.org.uk/visit/tate-modern
Galería Nacional: www.nationalgallery.org.uk/visiting/opening-hours-spanish
Entradas gratuitas, excepto exhibiciones especiales.