Muse sacudió su mundo retrofuturista a fuerza de rock

La banda inglesa fue parte del debut de Flow Music XP, una nueva experiencia que combina shows en vivo y streaming.

Muse sacudió su mundo retrofuturista a fuerza de rock
Muse sacudió su mundo retrofuturista a fuerza de rock

"¡Chicos! caminando, sin correr", gritaba el personal de seguridad a las 17.30 del viernes cuando se abrieron las puertas de ingreso en el Hipódromo de Palermo. En vano trataron de contener la emoción de los fans de Muse que, uniformados de negro, no escucharon consejos y se abalanzaron sobre los lugares privilegiados cerca del escenario.

Aún faltaban más de dos horas para ver en vivo “Simulation Theory World Tour” pero el alerta de fuerte tormenta eléctrica amenazaba a cada minuto con postergarlo todo.

Así se iniciaba Flow Music XP, la nueva experiencia para ver recitales en vivo y por streaming de Telecom que deja atrás su mítico Personal Fest para dar paso a este nuevo emprendimiento. Su tradición de seguir trayendo las grandes bandas internacionales con los mejores shows en vivo continúa, pero ahora con la opción de verlo en directo -y también on demand- en casi todo el país a través de Flow, su plataforma de contenidos.

La previa

Pero antes del plato fuerte, esta experiencia musical tuvo dos entradas más que interesantes. El show abrió con otros británicos, los Kaiser Chiefs, que por cuarta vez tocaron ante el público argentino y este año sumaron a su setlist los temas de su nuevo disco "Duck". A las 18 en punto subieron al escenario y en cuarenta minutos repasaron clásicos como "Everyday I Love You Less and Less" y "I Predict a Riot" y también estrenos mientras se iban llenando los espacios en el campo y en el VIP.

A las 18.50 también tocó Airbag, la banda local formada por los hermanos Patricio, Gastón y Guido Sardelli que hasta pasadas las 19.30 fueron levantando al público que cantaba con la banda sin dejar de contar los minutos para el show principal.

En la casi media hora que pasó entre Airbag y Muse sonó el tema principal de la serie "Stranger Things", lo que despertó una sonrisa en el público y marcó el tono de lo que venía.

Simulación y distopía

A las 20, y con los relámpagos de fondo, finalmente llegó el momento de Muse y "Simulation Theory", casi una hora y media antes de lo anunciado originalmente y que se adelantó buscando evitar la lluvia y el caos.

La macumba rockera funcionó a lo largo de casi 25 canciones en las que el calor fanático subía mientras la temperatura del predio bajaba.

El cantante y guitarrista Matt Bellamy junto al baterista Dominic Howard y el bajista Christopher Wolstenholme tenían cuentas pendientes con los argentinos después de su último show en el país -en 2015- cuando el sonido les jugó una mala pasada y dejó a muchos insatisfechos y decepcionados.

La revancha no pudo ser mejor. No sólo el sonido fue impecable sino que toda la puesta de la banda fue un continuo de teatralidad, visuales, luces y un rock que invadió el espacio y el cuerpo.

"Algorithm" y "Pressure", dos temas del último álbum, abrieron el juego que marcó el show: estética retrofuturista, homenaje a los '80 y la creación de un mundo distópico que se acerca al abismo, todo lo contrario de lo que le sucedía a Muse sobre el escenario que, con cada nota, se alzaba a la gloria.


20 mil fans se dejaron llevar por esta macumba rockera.
20 mil fans se dejaron llevar por esta macumba rockera.

Los solos casi acústicos y los riff combinados con la parafernalia de robots, bombos gigantes -que serían la envidia de cualquier gremialista-, trajes estilo Chernobyl y un monstruo inflable gigante que fascinaba y asustaba al mismo tiempo con su cara de alien y su casco de Robocop fueron parte de la fascinante puesta en escena. Esos fueron algunos de los mejores momentos del espectáculo que la mayor parte de los 20 mil espectadores decidió capturar con su celular para dejar constancia en sus stories de Instagram.

El trío inglés se formó hace más de 20 años y en cada show se nota que el paso del tiempo solidifica sus conceptos y sus puestas. Mientras que en otras bandas la espectacularidad y el humo esconden los defectos, en Muse el artificio resalta su sonido característico y consolida sus canciones.

"Time is running", "Hysteria", "Mercy" "Plug in baby", "Pshyco", "Pray" y "Break it to me" fueron algunos de los temas que sonaron y, por supuesto, no faltaron los que sabemos todos como "Uprising" o "Madness". También hubo voto popular para decidir si tocaban "Bliss" o "Showbizz". Se impuso la última en un escrutinio muy ajustado.

No faltó, claro, el clásico acercamiento al público y la bandera argentina sobre el escenario para agradecer al público la fidelidad y la pasión.

Para cuando estalló el papel picado y lanzaron globos al público se sabía que el final estaba cerca, tanto como la tormenta que no se contuvo más y comenzó a caer cuando sonaba "Knights of Cydonia". Las gotas de lluvia parecían planificadas para una escena épica y no hubo tiempo para bises. La banda se despidió y el público huyó rápidamente del agua que caía.

Fue un show sin fisuras y bien cronometrado. Muse impuso su fuerza con batería, bajo y guitarra eléctrica pero con un mix de distorsiones vocales y sintetizadores que recordaban a los 80, algo que los nostálgicos extrañamos en este mundo de sonidos en streaming que ha sido invadido por hits hechos bajo la dictadura de los algoritmos y con agotadoras referencias a sus propios artistas.

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