Fue el actor que convirtió al agente 007 en un flemático caballero inglés, después de la etapa más viril del escocés Sean Connery, y también el que más veces lo interpretó en pantalla (siete títulos). Es quizá por eso que las otras películas que rodó Roger Moore, que no fueron pocas, han caído prácticamente en el olvido.
Moore le dio a Bond -"Jimmy" Bond, como él le llamaba- un gesto característico: la ceja levantada para señalar ironía. Un gesto que pudo verse en todas las películas que hizo como agente secreto al servicio de Su Majestad.
“No soy del estilo ‘asesino frío’, por eso interpreto un Bond más bien irónico y con cierto humor”, dijo en una ocasión este actor que, contradictoriamente, odiaba las armas de fuego debido a un trauma adolescente: cuando a su hermano se le disparó accidentalmente un revolver y casi le hiere la pierna.
El trayecto
Roger George Moore nació el 14 de octubre de 1927 en el suburbio londinense de Stockwell, hijo de un policía y una ama de casa, y tuvo una infancia feliz pese ser enfermizo.
“No me fue nada mal para un ser un muchacho de Stockwell que observaba maravillado la gran pantalla, sin adivinar que algún día sería parte de ese mundo mágico”, explica en su autobiografía “My Word Is My Bond”.
Empezó su carrera de actor como extra en los años 40 antes de ingresar en la Real Academia de Artes Dramáticas y, aunque logró un contrato con los estudios Metro Goldwyn Mayer, en los años 50 se limitó a interpretar papeles muy secundarios en películas como "El rata" (1953, Samuel Fuller) o "La última vez que vi París" (1954, Richard Brooks).
Fue en los 60 cuando saltó a la fama al interpretar a Simon Templar en "El Santo", la serie televisiva británica que se emitió en medio mundo, incluida la Argentina, entre 1962 y 1969.
A principios de los años 70 interpretó otra serie de gran difusión que aquí se llamó "Dos tipos audaces" y en Estados Unidos "The Persuaders", donde hacía pareja con el estadounidense Tony Curtis y que duró 24 episodios entre 1971 y 1972.
La saga 007
Moore explica en su autobiografía que la primera vez que lo llamaron para interpretar a James Bond, creación del novelista Ian Fleming, fue en 1967. Pero no fue hasta 1973 cuando se metió por fin en la piel del espía con licencia para matar.
Tenía 45 años, dos años y medio más que Sean Connery, el actor al que sustituyó.
Moore debutó como James Bond en la película "Live and Let Die" (aquí "Vivir y dejar morir"), después de que los productores le obligaran a perder peso, ponerse en forma y cortarse el pelo.
A esta le siguieron "El hombre del revolver de oro" ("The Man With the Golden Gun", 1974), "La espía que me amó" ("The Spy Who Loved Me", 1977), "Moonraker" (1979), "Sólo para tus ojos" ("For Your Eyes Only", 1981), "Octopussy" (1983) y finalmente "En la mira de los asesinos" ("A View to a Kill", 1985), cuando tenía 57 años.
Muy pocos recuerdan hoy que Roger Moore también fue Sherlock Holmes en una película de 1976, trabajó junto a Burt Reynolds y Farrah Fawcett en el film de culto “Los locos del cannonball” (1981), en 1996 protagonizó una película de artes marciales dirigido por Jean Claude van Damme (“En busca de la ciudad perdida”) y hasta trabajó junto a las Spice Girls en “Spice World” (1997).
Curiosidades
Fue la primera estrella en prestar su imagen para beneficencia como embajador de Unicef. La reina Isabel lo nombró Caballero en 2003 por este trabajo.
Fue activista contra la crueldad animal, especialmente contra la producción de “foie gras” (hígado graso), una de las delicias de la cocina francesa, por la forma en la que se sacrifica a los gansos, patos y otras aves.
Fue siempre una estrella al viejo uso, que vivió lujosamente entre Suiza y la Riviera francesa, y entre sus amigos se contaban el cantante estadounidense Frank Sinatra y el actor británico David Niven.
Sus amores
Moore se casó cuatro veces, la primera a los 18 y la última a los 73. Su primera esposa, la patinadora Doorn Van Steyn, tenía seis años más que él y el matrimonio duró de 1946 a 1953. La segunda fue la cantante Dorothy Squires, que era 13 años mayor que él y con la que estuvo casado desde 1953 a 1968.
Sus dos primeras mujeres lo golpeaban, según le confesó él mismo al periodista televisivo Piers Morgan.
Luego se casó con la actriz italiana Luisa Mattioli, esta vez nueve años menor que él y que empezó siendo su amante antes de que ambos decidieran casarse en 1969. Vivieron juntos 25 años hasta que Moore conoció en 2002 a Kristina Tholstrup, una “jovencita” de 63 años (él tenía entonces 75).
De su unión con Luisa Mattioli nacieron sus tres hijos: Deborah (54), Geoffrey (51) y Christian (44), todos dedicados al cine.