Reina Esses de Waisberg, integrante de Abuelas de Plaza de Mayo, falleció a los 97 años, luego de dedicar largos años de su vida a la búsqueda -hasta el momento de su muerte infructuosa- de un nieto que nació durante el cautiverio de su hijo, Ricardo Waisberg, y de su nuera, Valeria Beláustegui, ambos desaparecidos en 1977.
Así lo informó a través de un comunicado de prensa la organización, que describió a Reina Esses de Waisberg como “una Abuela emprendedora, alegre, siempre bien predispuesta para las tareas de difusión, llevando su testimonio y el mensaje de búsqueda a cada rincón”.
“Las Abuelas de Plaza de Mayo comunicamos con profundo dolor la partida de nuestra compañera Reina Esses de Waiserg, que nos dejó a los 97 años sin poder abrazar a su nieto”, aseveró la organización presidida por Estela de Carlotto.
En ese marco, recordó que, lamentablemente, un par de años atrás la salud de Reina se había deteriorado y ya no había podido asistir a las reuniones de comisión, aunque -indicó- “sucorazón y su fortaleza siempre estaban presentes entre sus compañeras”.
En el momento de su secuestro, su hijo y su nuera tenían una beba de 9 meses que desapareció junto a ellas y un bebé en camino, con dos meses de embarazo.
A Tania, su nieta secuestrada con sólo 9 meses, pudo recuperarla medio año después en una comisaría de la localidad bonaerense de San Antonio de Padua, luego de recibir un llamado anónimo que le indicaba que la beba se encontraba allí.
Desde ese momento, Reina Esses de Waisberg buscó a su hijo y a su nuera embarazada en compañía de su consuegra, Matilde Herrera de Belaústegui.