El abogado, escribano, empresario y banquero argentino Raúl Moneta falleció ayer en Buenos Aires a los 74 años. Se trata de una figura reconocida por el conflicto judicial que atravesó por el cierre del ex Banco Mendoza, un hecho que sumergió a la provincia en una profunda crisis.
Moneta, siempre ligado al poder, es recordado por sus lazos con el menemismo. Su figura pública se vio directamente afectada por la polémica que se gestó con el quiebre de la entidad bancaria provincial y el posterior accionar de la Justicia.
Todo comenzó durante la gestión del ex gobernador de la provincia, Rodolfo Gabrielli (1991-1995), quien inició el proceso de fusión de los bancos de Mendoza y de Previsión Social, de propiedad estatal.
Ambas entidades financieras fueron adquiridas en 1996 por el consorcio Banco República-Magna Inversora, propiedad de Moneta, durante la gobernación de Arturo Lafalla (1995-1999). El "banquero del poder", como se lo conocía, concretó la compra de las entidades provinciales asociado a los empresarios locales Héctor López, Daniel Vila, Ernesto Pérez Cuesta y Jacques Matas, entre otros.
La privatización le dejó al Estado Provincial un saldo de 72.843 préstamos por cobrar por supuestamente $ 1.000 millones, en ese momento equivalentes a 1.000 millones de dólares. Lo cierto es que 23 años después solo se han podido cobrar 200 millones de pesos.
Un comunicado difundido en ese momento informó que entre el República y el Mendoza alcanzaban un depósito conjunto de $ 774 millones, lo que situaba a la nueva entidad "entre los cinco primeros bancos privados de capital nacional".
En esa época, Moneta también fundó un poderoso multimedios a través de Citicorp Equity Investments, que nació como una filial de Citibank, asociado a un grupo de inversores norteamericanos y con participación de Telefónica.
Poco tiempo después, el Banco Mendoza comenzó a tener problemas y soportó una corrida de depósitos hasta que fue suspendido. En 1998, el Banco Central ordenó el cierre simultáneo del Mendoza y el República por la detección de varias irregularidades, algo que finalmente se concretó en abril de 1999. Esto pese a que Moneta y sus socios se quedaron, al momento de la privatización, con la cartera comercial "sana" de la administración estatal de los bancos.
En 1999, entonces juez federal Luis Leiva comenzó a investigar a Moneta y a otros nueve directivos bancarios por delitos de "subversión económica, asociación ilícita y violación a la Ley Penal Tributaria". Ese mismo año Moneta, que tenía pedido de captura, estuvo prófugo durante cinco meses. Apareció recién en diciembre, en los tribunales porteños de Comodoro Py, para firmar la notificación de la eximición de prisión que le había otorgó el juez federal Carlos Liporaci.
Bajo perfil y nuevo rumbo
A un año del cierre del Banco Mendoza, Moneta habló sobre lo ocurrido y dio su propia versión de los hechos. "El Mendoza fue víctima de una corrida motivada por una reacción psicológica del público. Fue impulsada por los medios que decían cosas horribles de los bancos. Cuando vimos la gravedad, le pedimos al Central que nos permitiera suspender las actividades. En cinco días vendimos y se acabó el banco", comentó en un entrevista publicada por Los Andes en junio del 2000.
Pensando en su futuro, Moneta consideraba que la gente podría considerarlo "un buen tipo, un tarado, un chorro o un aventurero", pero advertía que lo que nunca tendría retorno sería "que Mendoza se quedó sin banco" y por eso atravesaría una crisis económica.
Tras el cierre del Mendoza, Moneta bajó su perfil, se alejó de la provincia y se desprendió de varias de sus empresas. En los últimos años volvió a aparecer en escena luego de asociarse con el empresario K Cristóbal López para la compra de los canales de noticias C5N y Radio 10. También dijo haber financiado la compra de la imprenta Ciccone, por la que está preso el ex vicepresidente Amado Boudou.
Sin embargo, fue poca la visibilidad que tuvo, dado que comenzó a tener problemas de salud que no le permitieron mantenerse activo. Esos mismos malestares lo alejaron de los juicios en su contra.
En el plano legal, tras más de una década de idas y vueltas, la Corte Suprema de Justicia falló en 2014 para que la investigación sea efectiva. No obstante, el 31 de mayo de 2017 la Cámara Federal de Casación Penal ratificó el cese de la investigación del escándalo económico, financiero y político de los ´90. La Justicia seguía una presunta defraudación en perjuicio del Estado que implicaba que se había propiciado la caída de la entidad monetaria local para obtener beneficios económicos del Banco Central por 140 millones de dólares.
El banco y su fin
Febrero de 1934: fue refundado con la denominación de Banco de Mendoza; entidad financiera creada por Tiburcio Benegas en 1888.
Noviembre de 1996: bajo el gobierno de Arturo Lafalla se vendió la entidad (junto al Banco de Previsión Social) al consorcio Banco República - Magna Inversora. Los dueños los unificaron bajo el nombre Banco Mendoza. Moneta fue su accionista (60%) y presidente.
Abril de 1999: el Banco Mendoza cerró sus puertas. Tenía más de 80 sucursales y casi mil empleados.
Junio de 1999: el juez federal Luis Leiva imputó por subversión económica agravada por asociación ilícita a 10 ex directivos del banco.
Agosto de 1999: comenzó la autoliquidación de la entidad bancaria a cargo de la Justicia concursal.
Junio de 2000: tras 5 meses prófugo, el juez Liporaci le otorgó la eximición de prisión a Moneta y anuló la investigación de Luis Leiva.
Mayo de 2002: tras una década al frente del Juzgado Federal N° 1 de Mendoza, un juicio político puso fin a la carrera de Leiva.
Mayo de 2014: la Corte Suprema de Justicia falló para que se investigue a Moneta y a sus socios.
Mayo de 2017: la Cámara Federal de Casación Penal ratificó la prescripción de la causa.