El prolífico escritor estadounidense Philip Roth, autor de novelas emblemáticas de la literatura contemporánea y a menudo mencionado para un Nobel que nunca recibió, murió el martes a los 85 años.
Conocido por contar con sagacidad e ironía la experiencia judío-estadounidense en sus más de 30 novelas, fue una importante referencia de la literatura de la post Segunda Guerra Mundial con la universalidad de su mensaje. "No escribo como judío, escribo como estadounidense", afirmó sin embargo alguna vez.
También ensayista y crítico, Roth estimó que llegó a un punto de inflexión cuando se dio cuenta de que podía usar su propio mundo como materia prima literaria, ya fuera su crianza o el escenario de su ciudad natal Nueva Jersey.
"No se puede inventar de la nada, o definitivamente yo no puedo", dijo en un documental de 2011. "Necesito algo de realidad, unir dos fragmentos de la realidad para obtener el fuego de la realidad".
Logró mantener la sustancia de su obra tanto en términos de calidad como de cantidad, como lo demuestra su elogiada trilogía política que incluyó "Pastoral americana", así como "Me casé con un comunista" (1998), y "La mancha humana" (2000).
"Era tan perfeccionista que cuando sintió que su potencial bajaba quiso irse mientras estuviera en la cima." - Judith Thurman, amiga.
Roth, contemporáneo de Don DeLillo, Saul Bellow y Norman Mailer, ganó los mayores honores de la literatura en Estados Unidos, pero fue un eterno candidato al Premio Nobel de Literatura, el cual nunca obtuvo.
"Se convirtió en un chiste para él", comentó la periodista francesa Josyane Savigneau, quien lo visitaba con frecuencia.
También recibió el premio Man Booker International en 2011 y el Príncipe de Asturias en 2012.
Publicó en 2010 su última novela, "Némesis", sobre la epidemia de polio en 1944, y dos años después dejó atónito al mundo de la literatura al anunciar que dejaría de escribir.
"Había llegado al final. No había nada más para que escribiera", dijo a la BBC en 2014. "Comencé la gran tarea de no hacer nada. La pasé muy bien".
Su novela "La conjura contra América" fue referencia nuevamente tras la elección del Donald Trump al frente de la Casa Blanca.
El libro hace una historia alternativa de Estados Unidos, en la que imagina que Franklin D. Roosevelt es derrotado en 1940 por Charles Lindbergh, un aviador con inclinaciones pronazis, lo que condujo a algunos críticos de la izquierda a comparar la obra con el ascenso populista de Trump al poder.
Odio a Trump
Llegó a describir a Trump Como "ignorante del gobierno, de la historia, de la ciencia, de la filosofía, del arte, incapaz de expresar o reconocer sutilezas o matices... de manejar un vocabulario de 77 palabras".
Su estilo agudo y sarcástico ha marcado a varias generaciones de lectores, así como su propensión a mezclar ficción y realidad, apoyando muchas de sus novelas en su propia experiencia.
Se refería con frecuencia al barrio de Weequahic de Newark, donde creció, antes de que los disturbios raciales de 1967 transformaran radicalmente la ciudad, que fue abandonada por muchos de sus habitantes blancos.
"Era tan perfeccionista que cuando sintió que su potencial bajaba, quiso irse mientras estuviera en la cima, y lo hizo", dijo a CNN su amiga Judith Thurman.
Muchos de sus libros han sido adaptados al cine con resultados a veces aclamados por la crítica, como "Pastoral americana" (o "El fin del sueño americano", en Latinoamérica), de Ewan McGregor (2016).
"Kaddish (oración fúnebre judía) para Philip Roth, el gran novelista estadounidense de nuestro mundo de la posguerra", tuiteó el guionista David Simon ("The Wire" y "Treme").
Simon contó que se había reunido con el escritor hace solo unos meses para hablar sobre una adaptación televisiva de su novela "La conjura contra América".
"A los 85 años, era más preciso y relevante, más agudo intelectual y espiritualmente que nadie, cualquiera fuera su edad", agregó. "Qué espíritu maravilloso y riguroso".