Hace algunos días conocimos la conmovedora historia de Max, el perro Husky Siberiano que padecía cáncer y vendía cupcakes junto a su dueña para poder pagar el tratamiento para curarse. Lástimamente se conoció que este domingo falleció.
Yoselin Macías, quien adoptó a Max tras ser abandonado, contó por Facebook la triste noticia.
La mujer vendía cupcakes en la Plaza Zaragoza, ubicada en la capital del estado de Sonora, Hermosillo, junto con Max para juntar dinero poder solventar los gastos del tratamiento que necesitaba para enfrentar el cáncer.
La joven escribió: "Amigos, lamentablemente Max falleció esta mañana, le realizarán una necropsia para determinar la causa del fallecimiento y posteriormente lo llevaremos a un crematorio de mascotas. Les agradezco enormemente todo el apoyo que nos brindaron, nunca voy a olvidar todas las cosas tan bonitas que nos pasaron juntos en este tiempo, tanto amor que nos mandaron de todas partes del mundo".
Y agregó: "Anoche Max se veía muy cansado, su respiración muy agitada. Me puse en contacto con la doctora, le indicó reposo porque todo lo demás se estaba tratando. Max cenó bien, tomó agua y estaba descansando. Esta mañana a las 5 am, Max entró a mi cuarto, cosa que él nunca hacía; él dormía en la sala, se quedaba viéndome. Nunca voy a olvidar eso. Después durmió mucho a un lado de mi cama, a un lado mío. Yo volví a dormirme y cuando desperté él ya había fallecido".
El anterior dueño del animal tenía un criadero de especies y se deshizo del perro cuando éste comenzó a mostrarse enfermo. Desde que se integró a su familia, Yoselin notó que Max tenía varias bolas en el cuerpo. Tras someterlo a análisis médicos, les informaron que necesitaba quimioterapias para eliminarlas. Cada quimioterapia costaba $800. Además requería medicinas para complementar el tratamiento.