Huber Matos, quien fue un líder de la Revolución Cubana antes de convertirse en un opositor de Fidel Castro, falleció ayer en Miami debido a un ataque cardíaco. Tenía 95 años.
“Falleció en la madrugada del 27 de febrero en Miami. El día 25 había ingresado en el Hospital Kendall Regional donde se le diagnosticó un ataque masivo del corazón. El día 26 pidió que le retiraran el equipo que lo ayudaba a respirar, porque quería despedirse de su esposa María Luisa Araluce y de sus hijos y nietos”, manifestaron su hijo Rogelio Matos Araluce, y su nieto Huber Matos Garsault, en un comunicado.
Sus restos serán velados en Miami el 2 de marzo y luego trasladados a Costa Rica a su pedido, expresaron. Fue en esa nación centroamericana donde Matos se exilió por primera vez, en 1957, durante el régimen del dictador cubano Fulgencio Batista.
“Quiero hacer mi viaje de regreso a Cuba desde la misma tierra cuyo pueblo siempre me demostró solidaridad y cariño, quiero descansar en suelo costarricense hasta que Cuba sea libre y de allí a Yara, a acompañar a mi madre y a reunirme con mi padre y con los cubanos”, dijo Matos antes de morir.
El ex revolucionario solía decir que se había unido a Castro en 1958 con la esperanza de llevar democracia a su país, y que se desempeñó como el tercer comandante más importante de las fuerzas rebeldes de Castro.
La revolución derrocó a Batista el 1 de enero de 1959, pero al poco tiempo Matos se alejó del nuevo gobierno. Fue uno de los primeros miembros de la cúpula revolucionaria en abandonar sus filas y contrariarla, por temor a que Fidel Castro no cumpliera su promesa de establecer un régimen democrático y abandonar el poder.
Castro arrestó a Matos meses después del distanciamiento y fue condenado por traición. Tras pasar 20 años en prisión fue liberado en 1979.
En Miami lideró el grupo anticastrista Cuba Independiente y Democrática con actividades de denuncia y proselitismo en Estados Unidos, América Latina y Europa. Le sobreviven su esposa María Luisa, de 89 años; 4 hijos y 16 nietos.