Murió la joven que fue prendida fuego por su pareja en Buenos Aires

Mónica Garnica sufrió quemaduras en la mitad de su cuerpo. Había denunciado a su novio, pero él la amenazó para que retirara la denuncia.

Murió la joven que fue prendida fuego por su pareja en Buenos Aires
Murió la joven que fue prendida fuego por su pareja en Buenos Aires

La estudiante universitaria que sufrió quemaduras en la mitad de su cuerpo tras discutir con su concubino, quien permanece detenido por el caso ocurrido a fines de diciembre en el partido bonaerense de Berazategui, murió hoy en el Hospital del Quemado porteño en el que se encontraba internada en estado crítico, informaron fuentes judiciales.

Se trata de Mónica Garnica Luján (25), quien estudiaba para instrumentista en la Universidad Nacional Arturo Jauretche de Florencio Varela y, además, vendía especias en el mercado de Quilmes.

Fuentes judiciales informaron que tras 18 días de internación en coma, la joven murió en las últimas horas en ese hospital porteño a raíz de las quemaduras que sufrió en el 55% de su cuerpo el 23 de diciembre último. A partir de la muerte de Garnica Luján, la fiscal de la causa, Gabriela Mateos, ampliará la acusación para la pareja de la víctima, Ángel Saracho (25), quien hasta hoy estaba formalmente detenido por "homicidio calificado por la relación de pareja en grado de tentativa".

Para ello, la fiscal citará en los próximos días al acusado para formularle los nuevos cargos -se elimina el grado de tentativa- y para que Saracho amplíe su indagatoria.

Las fuentes recordaron que en su primera indagatoria el imputado, que tuvo tres hijos de entre 2 y 7 años con Garnica Luján, se negó a declarar.
En tanto, la fiscal Mateos reunió en los últimos días una serie de testimonios de personas del entorno de la pareja que coincidieron en que la joven era víctima de violencia de género por parte del ahora acusado.

Una fuente con acceso al expediente señaló que Garnica Luján había denunciado a Saracho por "lesiones leves" en la Comisaría de la Mujer de Berazategui, pero luego no se presentó a la revisión médica ni instó la acción penal.

El mismo informante detalló que esas actuaciones se “traspapelaron” en la seccional policial y no llegaron a la fiscalía especializada en violencia de género, por lo que Asuntos Internos inició una investigación administrativa.

El ataque a Garnica Luján, de nacionalidad boliviana, ocurrió el 23 de diciembre pasado, en el domicilio de la pareja, situado en calles 116 y 24 de Berazategui, en la zona sur del Gran Buenos Aires, donde no hubo testigos directos, ya que la ni los hijos se encontraban en el lugar.

Si bien Saracho se negó a responder preguntas de la fiscal, en su primera versión ante la Policía el acusado dijo que la discusión comenzó porque él descubrió que su mujer le había enviado algunas fotografías desnuda a un compañero de facultad.

Siempre en base a esa primera versión, sin valor judicial, Saracho prendió fuego las ropas de su mujer y cuando ella se acercó a intentar apagarlo, las llamas empezaron a quemarla.

En un primer momento, Garnica Luján fue trasladada al Hospital Evita Pueblo de Berazategui, pero al requerir un tratamiento de mayor complejidad por sus lesiones, fue derivada al Hospital del Quemado en Caballito.

Los investigadores no encontraron ningún elemento de combustión en la casa y se sospecha que Saracho -que también sufrió algunas quemaduras pero de carácter leve- lo pudo haber descartado antes de quedar detenido.

"Mónica lo había denunciado por violencia de género pero él la amenazó para que retirara la denuncia porque en 2018 iba a estudiar para ingresar a la policía bonaerense", aseguró la abogada Claudia Perugino, representante de la familia de la víctima.

Sobre la versión de que el acusado sólo prendió fuego la ropa, Perugino añadió que un vecino que trasladó a Garnica Luján al hospital afirmó que ella le llegó a decir que su “marido la roció con alcohol”.

“Creo que ella se quería separar, porque esto venía mal. Yo dejé de ir a la casa porque el marido es muy agresivo, no me gustaba cómo la trataba ella”, contó la madre de la víctima, Giovanna Luján.

La mujer recordó que su hija a veces "venía con el ojo todo morado y los brazos todos moretoneados" pero cuando ella le preguntaba qué sucedía, Mónica le decía estaban "jugando de manos", aunque no le creía.

Mientras que Freddy Garnica, padre de la víctima, relató que su hija le decía “papá, por ahora voy a aguantar” y que ella tenía la esperanza de que cuando Saracho consiguiese un trabajo estable ella iba a poder dedicarse a sus estudios y a sus hijos, quienes quedaron al cuidado de sus abuelos maternos.

En tanto, familiares, amigos y vecinos de Garnica Luján marcharon el 3 de enero pasado hasta la sede de las fiscalías descentralizadas de Berazategui en reclamo de justicia.

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