"Bajo los cristales azules de su 'su' luna a que titilaban sobre los flecos de agua, vivió y soñó Leonardo Favio, quien regresaría para llevar al cine algún romance enrededado entre las filigranas oscuras de las parras o en los balcones…".
La prosa pertenece a una de las decenas de relatos de Lía Ruth "Yuyi" Truglio, la escritora y poeta que ayer falleció en Luján de Cuyo, a la edad de 82 años.
La escritora nació en el mismo año del director y realizador cinematográfico, pero hizo el camino inverso… Vino al mundo en Buenos Aires en 1938 y se radicó y formó su familia en Luján de Cuyo, mientras que el vate y cineasta nació en la ciudad a orillas del río Mendoza y partió en busca de su destino a la gran metrópoli.
Lía Ruth, a quien le suceden sus hijos Analía y Alejandro y cinco nietos, fue una poeta convencida y convincente, y prueba de ello es que durante su extensa carrera con la palabra obtuvo más de cuarenta premios en certámenes provinciales y nacionales, casi todos en lírica.
Docente del nivel primario y subdirectora de Cultura de la Municipalidad de Luján de Cuyo, se la recordará como animadora de fuste de un grupo de escritores de Luján, que en los noventa formaron un centro provincial de las letras, y al que pertenecieron también, entre otros, Rolando Concatti, Raquel Aznar, Beatriz Di Masi, Gladys Guerrero, Ester Vida, los recordados Oscar "Braquio" Bracelis, Ramón Fernández Lettry, Carlos Martín Vols y Enrique Marianetti.
Fue la época en que el municipio sureño organizó los encuentros nacionales de escritores, al que asistieron notables literatos del país y el extranjero.
Una labor clave en su vida consistió en coordinar durante veinte años el grupo poético La Trampa, donde se formaron en el arte de escribir muchos lujaninos y lujaninas, núcleo literario que ahora conduce su amiga y colega, Ester Vida.
La Cámara de Diputados de la provincia reconoció su trayectoria en las letras, otro tanto hizo, en tres oportunidades, el Concejo Deliberante de Luján. Recibió en España el premio de la Universidad de Gijón y en Francia, el galardón provino de la Casa de Altos Estudios para las Lenguas Latinoamericanas de la Universidad de la Sorbona.
La Fiesta de la Vendimia no fue ajena a su interés y en tal sentido realizó los libretos de los festejos departamentales de 1992 a 1996 de su tierra adoptiva.
Sus últimas producciones en lírica son "Versos para Ana" (Premio Ateneo Jovellanos, España) y "Ángeles prostibularios (con Dino Humberto Singarella, uno de sus discípulos).
También fue una de las animadores con voz y obra del III Festival Internacional de Poesía de Mendoza, en el espacio Le Parc, bajo la dirección de Fernando Toledo.
Para despedirla qué mejor que algunos versos de un poema suyo de los últimos tiempos, "Del desengaño". "¿Deberá la verdad ser tan severa/o basta con confiarnos a su engaño/y oír solo sus cantos no su daño/para poder vivir sin que nos hiera?/ ¿Deberá no durar ni en primavera/ siempre pálida arder ser río huraño/ y con todo arrasar año tras año/ por solo no ceder con su quimera?".