Hace unos meses, un golpe que se dio en una caída sufrida en su propia casa derivó en complicaciones de salud para el actor de 81 años, que finalmente falleció ayer en la Fundación Favaloro tras no recuperarse de un hematoma en la cabeza.
Todavía activo -de hecho preparaba una gira teatral por el interior del país-, esperaba el estreno del thriller “Necronomicón” de Marcelo Schapces para 2018 y este año se lo había visto en pantalla grande, en un personaje secundario, en “Nieve negra” de Martín Hodara, estrenada en enero.
Luppi fue una figura relevante del cine, el teatro y la televisión a partir de los años 60, especialmente después del estreno de "El romance del Aniceto y la Francisca...", de Leonardo Favio, estrenada en 1967.
Extendió luego su prestigio al resto de América Latina y España, donde vivió y trabajó varios años y dejó su sello actoral en innumerables largometrajes.
A partir de los 70 se destacaron sus papeles como Facón Grande en la película maldita “La Patagonia rebelde”(1973); como el sindicalista Pedro Bengoa de 'Tiempo de revancha', de Adolfo Aristarain; como Ignacio Fuentes, en “No habrá más pena ni olvido” , de Héctor Olivera, de 1983, basada en la novela de Osvaldo Soriano.
El ya mítico Luppi recibió, entre otros galardones, seis premios Cóndor de Plata del cine argentino al mejor actor, así como la Concha de Plata en la misma categoría del festival de San Sebastián y estuvo dos veces nominado a los Goya.
137 títulos en 50 años
Nacido en 1935 en Ramallo, provincia de Buenos Aires, en el seno de una familia humilde de origen italiano, estudió en La Plata dibujo y escultura, pero finalmente prefirió el mundo interpretativo, por lo que compaginó ser corredor de seguros y empleado de banco con la actuación en locales nocturnos bonaerenses.
Su compromiso con la democracia le condujo a enfrentarse con la dictadura militar argentina. Entre 1976 y 1981 estuvo censurado por el régimen, lo que aprovechó para trabajar en España donde, en 2002, se estableció de modo definitivo y logró la nacionalidad un año después.
Su amplia filmografía incluye títulos como "La revolución" (1973), de Raúl de la Torre; "Tiempo de revancha" (1982), de Adolfo Aristarain; "No habrá más penas ni olvido" (1983), de Héctor Olivera; o "La vieja música" (1985), de Mario Camus.
En 1992 protagonizó la cinta de Adolfo Aristarain "Un lugar en el mundo", que fue Concha de Oro en el Festival de San Sebastián y Goya a la mejor película extranjera de lengua hispana.
Trabajó en "Cronos" (1993), un "thriller" del mexicano Guillermo del Toro distinguido con una decena de galardones internacionales, entre ellos, el Premio de la Crítica de Cannes y el Premio al Mejor Actor del Festival de Sitges.
Dos años después volvió a rodar con Aristarain, esta vez "La ley de la frontera", e intervino en el film de Agustín Díaz Yáñez "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto". Por su interpretación de villano en este último, Luppi recibió un Premio Ondas.
Sus siguientes apariciones fueron "Éxtasis" (1996), de Mariano Barroso; "Sol de otoño" (1996), de Eduardo Mignogna, cuya cinta fue Goya a la mejor película extranjera y supuso a Luppi el Premio al mejor actor del Festival Internacional de Cine y TV de Cartagena.
En 1997 llegó la coproducción hispano-argentina "Martin (Hache)", a las órdenes de Aristarain y en la cual encarnó a un director de cine argentino que es visitado en Madrid por su hijo.
Tras la película de Juan José Jusid "Bajo bandera" (1997) protagonizó "Frontera sur" (1998), coproducción hispanoargentina de Gerardo Herrero sobre los comienzos de la emigración española hacia Argentina en las dos últimas décadas del siglo XIX.
Posteriormente hizo "Lisboa" (1999) y "Las huellas borradas" (1999), cinta que narra la historia de un emigrante español (Luppi) que regresa de Argentina a su pueblo natal, en tierras de León, donde vivirá días de angustia porque va a ser inundado por un pantano.
Su filmografía continúa con cintas como "Divertimento" (2000), protagonizada junto a Francisco Rabal; "El espinazo del diablo" (2001), de Guillermo del Toro; "Lugares comunes" (2002), de Lorenzo Aristarain; "El último tren" (2002), de Diego Arsuaga, con Héctor Alterio y José Soriano; "Incautos" (2003), de Miguel Bardem; o "El lugar donde estuvo el paraíso" (2004), de Gerardo Herrero.
Les siguieron, "El buen destino" (2005), "El viento" (2005), "Cara de queso" (2006) y "El laberinto del fauno" (2006), dirigida por Guillermo del Toro; "Que parezca un accidente" (2008), "Ese beso" (2008), o "Verano amargo" (2009).
Sus últimos papeles fueron "Sin retorno" (2010), "Cuatro de copas" (2011), 'Inevitable' (2014) 'Magallanes' (2016) 'Al final del túnel' (2016) o 'Nieve Negra' (2017), dirigida por Martín Hodara.
Distinguido con el Coral de Honor a su trayectoria por el Festival cubano de La Habana (2002), debutó como director con el largometraje "Pasos" (2005), sobre un guión de su esposa (Susana Hornos), protagonizado por Ana Fernández y Alberto Jiménez.
Luppi estaba casado con la actriz española Susana Hornos, desde 2003.