Stanley Weston, el creador del muñeco marcial vestido de soldado G.I. Joe -que junto con la Barbie se volvió el protagonista de los juegos de millones de niños en los años 70-, murió hoy a los 84 años, anunció su familia.
Ex militar dedicado a trabajar en publicidad una vez que dejó el uniforme, Weston percibió el éxito cuando en los primeros años de la década del 70 le propuso a la compañía de juguetes Hasbro crear una versión destinada a los chicos de la muñeca muy equipada, que en esa época le hacía ganar una fortuna a la rival Mattel.
Cuando G.I.Joe nació, el 9 de febrero de 1964, para los estadounidenses el compromiso en Vietnam apenas había comenzado
Con su aire marcial, la cicatriz en la cara y la mirada gélida, el muñeco surgió como un soldado cualquiera de la Segunda Guerra Mundial con el fusil bajo el brazo.Un juego "macho" pero sustancialmente inofensivo con el que millones de madres en el mundo fueron felices de poner en manos de los hijos que pedían jugar con las muñecas de sus hermanas
G.I. Joe se volvió el precursor de las figuras de acción.
Cuatro años después, más de medio millón de G.I. Joe "de carne y hueso" se encontraron empantanados en la jungla del sudeste asiático, pero el nuevo juguete había atravesado definitivamente.Medida cultural como la Barbie, esa muñeca de Mattel que había nacido cinco años antes, el soldado Joe copiaba algunos elementos, principalmente poseer un sinfín de distintivos para todas las ocasiones: desde el alto uniforme al camuflaje para la guerra en el pantano; en los años 70 el traje de astronauta; y más recientemente, el de los bomberos ocupados de los rescates tras los atentados del 11 de septiembre.
Creado como un juego para niños, G.I. Joe también se hizo popular entre las niñas como novio ideal de Barbie, antes que Ken, el compañero oficial de Mattel juzgado un poco "blando"
En 1978 llegó la crisis: Hasbro suspendió la producción citando motivos económicos, probablemente ampliados por el pacifismo después de Vietnam.G.I. Joe volvió al "servicio activo" cuatro años después, en la época en la que Ronald Reagan era presidente de Estados Unidos: más chico, con el uniforme de plástico, vendido en 16 variantes, cada uno con una identidad.