El ex dictador general Gregorio "Goyo" Álvarez, que gobernó entre 1981 y 1985 durante la dictadura militar en Uruguay, murió en la madrugada de ayer a los 91 años por una afección cardíaca, informó una fuente oficial.
Álvarez, que se encontraba detenido desde hace 10 años, murió a las "tres de la mañana" en el Hospital Militar de Montevideo, donde fue internado desde mediados de diciembre por afecciones pulmonares.
La ley uruguaya estipula que “los presidentes de facto no deben recibir honores por lo tanto las exequias se realizarán de forma privada”, explicó a la prensa el ministro de Defensa, Jorge Menéndez, durante un acto en el departamento de Rivera, 500 km al norte de Montevideo.
El ex dictador es velado en el cementerio parque Martinelli, a las afueras de Montevideo, precisó una fuente del Ministerio de Defensa.
El pasado 17 de diciembre, se cumplieron 9 años del procesamiento penal de Álvarez, quien fue el último militar que ejerció el poder durante la dictadura y era considerado una figura clave en el golpe militar de 1973.
El ex dictador, quien sufría demencia senil, cumplía una condena de 25 años de cárcel tras ser sentenciado en 2009 por la desaparición de 40 personas trasladadas desde la Argentina durante su mandato.
Según la Comisión para la Paz, que investigó entre 2000 y 2003 los casos de desapariciones, en Uruguay hubo unos 230 desaparecidos en el marco del Plan Cóndor de coordinación represiva de los regímenes militares sudamericanos en los años 70 y 80.
A diferencia de otros países de la región, donde hubo miles de desaparecidos, en Uruguay la metodología fue la prisión masiva y prolongada de los opositores, con unos 6.000 presos políticos sobre una población de 3,2 millones de habitantes.
Víctimas de la dictadura y defensores de derechos humanos recordaron a las decenas de desaparecidos, torturados y asesinados durante el régimen.
“Lo primero que pensé, es que se murió con el secreto de todos los que desapareció y asesinó”, dijo Beatriz Benzano, quien forma parte de un grupo de 28 mujeres ex prisioneras de la dictadura que en 2010 denunciaron haber sufrido abusos sexuales durante sus detenciones.
Para Benzano, ex integrante de la guerrilla urbana Tupamaros de la que también formó parte el ex presidente José Mujica, el ex dictador “no tuvo una sanción adecuada”, por considerar que estuvo encarcelado “con todos los beneficios, conservando su cargo de general”.
“Secuestros de niños, robo de niños, desapariciones, violaciones a hombres y mujeres... tiene una lista interminable de crímenes”, comentó con amargura Benzano, quien fue detenida en 1972 y estuvo presa durante cuatro años.
El 25 de junio de 1972 los Tupamaros asesinaron al hermano del entonces futuro dictador, el coronel Artigas Álvarez, y ese hecho marcó a fondo su derrotero militar y político.
El abogado Oscar López Goldaracena, quien fue parte demandante en el juicio contra Álvarez, dijo que “el día de hoy, yo quiero recordar a todas esas víctimas” de la dictadura.
“Con el mayor de los respetos, un violador, un asesino, un torturador, un desaparecedor no se redime con la muerte”, añadió el abogado en declaraciones al canal 10.
El diario El Observador publicó en su página de internet la noticia bajo el titular: “Sepultado por la historia”, mientras otros medios locales divulgaron la noticia, pero sin publicarla como nota de portada.
Fue un militar de brillante carrera, ambicioso y calculador, aunque durante su régimen llegó a generar divisiones que perduraron hasta el fin de sus días.
Hombre fuerte
Gregorio Álvarez fue uno de los hombres fuertes de la última dictadura uruguaya (1973-1985) y llegó a ocupar la presidencia del país en la última etapa de ese régimen, entre 1981 y 1985.
Estaba internado desde el 14 de diciembre por diversos problemas de salud y ayer murió a causa de una insuficiencia cardíaca, indicaron las mismas fuentes médicas y del Ministerio del Interior.
Conocido como “El Goyo” y nacido el 26 de noviembre de 1925 en una familia de militares, fue el tercero en llegar a general. Subió rápidamente en el escalafón y en 1971, con 45 años, ganó por concurso los galones de general. Aún en democracia, el Congreso autorizó su ascenso.
A mediados de este mes había trascendido su muerte, pero la noticia fue inmediatamente desmentida, aunque el director de Sanidad Militar, José Alcain, admitió que estaba muy grave.
Gregorio Álvarez fue procesado en 2007 y condenado a 25 años de cárcel por violaciones de los derechos humanos durante su mandato, que culminó en 1985.