El universo del teatro y la cultura se conmocionaron ayer al mediodía ante la noticia de la muerte del reconocido dramaturgo Carlos Gorostiza, quien falleció ayer en Buenos Aires a los 96 años.
Autor de piezas esenciales de la dramaturgia nacional como “Los prójimos”, “El puente” o “El acompañamiento”, entre tantas, hace unos días iba a ser homenajeado en el Teatro Nacional Cervantes pero el acto tuvo que suspenderse por un problema de salud relacionado con una "hernia de hiato", detallaron los voceros.
Precisamente en el Teatro Cervantes fueron estrenadas varias de las obras más importantes del dramaturgo, como “El juicio”, con dirección de Armando Discépolo (1954); y “El pan de la locura”, con su propia dirección (1958).
A mediados de 1981, en plena dictadura, un grupo de autores y actores prohibidos por los militares, entre ellos Gorostiza, dieron nacimiento al movimiento cultural Teatro Abierto para desafiar a la censura de la época. Se estrenaron obras originales en una sala pequeña, El Picadero, pero los grupos de choque de la dictadura lo incendiaron.
Empresarios teatrales de la Avenida Corrientes se pusieron de acuerdo en ofrecer otra sala, el Tabarís, donde subieron a escena las novedosas obras, escritas y ensayadas en tiempo récord, con un impactante éxito de público.
En 1984 fue designado Secretario de Cultura de la Nación, con rango de ministro, el primero de la recién restaurada democracia bajo la presidencia de Raúl Alfonsín, cargo que ocupó durante dos años.
En los años 40 Gorostiza se incorporó como actor al Teatro La Máscara, una de las agrupaciones más destacadas del Movimiento de Teatros Independientes de Buenos Aires.
“Yo cuestionaba el teatro retórico y me quejaba de la falta de obras que hablaran de nuestros temas, con nuestro lenguaje
¿Por qué no hacemos una obra que transcurra en la calle, en una esquina?”, declaró una vez, al recordar cómo inició una nueva era con sus compañeros del teatro La Máscara.
En 1949 estrenó su primera obra, “El puente”, con dirección propia, que dio pie a una corriente moderna en la dramaturgia argentina y tuvo una gran repercusión.
Nacido el 7 de junio de 1920, fue siempre un artista renovador y una de las últimas leyendas de las épocas doradas del teatro argentino, aunque también escribió guiones de cine, novelas y un libro de memorias (“El merodeador enmascarado”, de 2004).
En 1988 recibió la Orden de las Artes y las Letras, la mayor distinción honorífica otorgada por el Ministerio de Cultura de Francia.
Hasta el año pasado Gorostiza se mantenía plenamente activo, con cuatro obras suyas en la cartelera porteña y acababa de estrenar su última pieza, “Distracciones”, en la que los personajes son cinco jóvenes menores de 35 años.
“No tuve ninguna duda en darle la obra a los jóvenes. Para mí fue como volver al principio, porque mi primera obra, ‘El puente’, fue para un grupo de jóvenes. Si vos vivís hoy, en la actualidad, estás joven. ¿Qué es la juventud? Si la sangre te anda bien, importa que la cabeza de uno esté ubicada en el hoy. Conozco directores a los que jamás les daría una obra porque son viejos, aunque tengan cuarenta años”, declaró en una entrevista con el Diario Clarín cuando estrenó “Distracciones” en mayo de 2015.
En Mendoza
La escena provincial tiene varias obras de Gorostiza en su haber. Entre las más recientes se cuentan las que siguen.
En 2011 los actores Lalo Tinte y Marcos Martínez, bajo la dirección de Sonnia De Monte, ofrecieron una puesta de “El acompañamiento”, una de las obras emblemáticas de Teatro Abierto, para conmemorar el 30º aniversario de su estreno.
“El acompañamiento” se centra en un cantante de tangos que se cree igual a Gardel y se encierra en su habitación a la espera de un hipotético debut televisivo.
La obra “Aeroplanos”, escrita en 1990, tuvo también una adaptación local que dirigió Daniel Posada y protagonizaron Aníbal Villa y Juan Pablo Lemos y que obtuvo el primer puesto en la Fiesta Regional del Teatro en 2006.
Rodolfo Ranni y Mario Pasik visitaron Mendoza en 2015 con una puesta de “Aeroplanos” que dirigió Daniel Marcove.
La obra se centra en dos amigos ya ancianos y viudos que reflexionan sobre la vida y sobre la proximidad de la muerte.
El recuerdo
Políticos y artistas e instituciones culturales lamentaron la muerte del dramaturgo, al que calificaron de talentoso y comprometido.
Desde la cuenta de Twitter del Multiteatro porteño se expresó “admiración y tristeza” por el deceso de quien fuera el primer Secretario de Cultura con el retorno de la democracia y se destacó que “su pérdida física se sentirá en el teatro argentino”.
Minutos después, el empresario Carlos Rottemberg señaló durante una entrevista radial que el creador “es un baluarte y pertenece a esa camada que hizo grande al teatro en la Argentina”.
Otro productor teatral, Javier Faroni, señaló: “Lamentable pérdida de Carlos Gorostiza. Sin duda uno de los grandes autores del mejor teatro argentino y una gran persona!”
También en radio, pero en los micrófonos de Radio del Plata, el autor Bernardo Carey aprovechó su entrevista con Carlos Polimeni y expresó que “Gorostiza grabó en los más viejos y en los más jóvenes el descubrimiento de la modernidad en el teatro”.
Por su parte, la actriz Georgina Barbarossa sostuvo que “murió uno de los más grandes dramaturgos argentinos. El teatro de luto. El cielo de fiesta”.
Para el guionista Julio Fernández Baraibar “con Carlos Gorostiza se ha ido uno de los mejores exponentes de una gran época de la dramaturgia nacional”.
Mientras que el legislador Ricardo Alfonsín consignó: “Lúcido, talentoso y comprometido. Despedimos con dolor al enorme Carlos Gorostiza, Lo vamos a extrañar”.
El ministro de Cultura, Pablo Avelluto, informó en su cuenta de Twitter que los restos de Gorostiza iban a ser velados desde las 19 de ayer en el hall de entrada del Teatro Nacional Cervantes.