El físico Héctor Otheguy, integrante del núcleo fundador de la empresa tecnológica Invap y con posterioridad presidente de su directorio, falleció este martes en una clínica de Buenos Aires donde era tratado de una afección cardíaca, dejando un legado de abnegación y trabajo por el desarrollo científico del país.
Profesional de excelencia y gran ser humano eran los conceptos con los que ahora y desde hace mucho tiempo sus colegas y amigos calificaban al hombre de 73 años que pasó más de la mitad de su vida trabajando para la empresa de tecnología radicada en San Carlos de Bariloche con la mirada puesta en el desarrollo nacional.
A mediados de la década del 70 cuando regresó al país después de obtener una maestría física en Ohio fue convocado por otro prócer de la ciencia nacional, Conrado Varotto, y conformó junto a menos de 10 personas, el grupo fundador de lo que sería Invap Sociedad del Estado, empresa "creada en la década de 1970 a partir de un convenio firmado entre la Comisión Nacional de Energía Atómica de Argentina (CNEA) y el Gobierno de Río Negro", como indica en el sitio oficial.
Aquellas primeras experiencias, según solía explicar Otheguy, se dieron en el seno de la Comisión Nacional de Energía Atómica que sirvió de "incubadora" para la empresa de tecnología, que terminaría por concretarse gracias a un convenio con el gobierno de la provincia de Río Negro.
"Recién recibidos, hacíamos los primeros pasos en ciencia básica y no es que eso no servía, al contrario. Varotto nos mostró el camino por la ciencia enfocada hasta llegar al desarrollo tecnológico, aplicar los pasos anteriores a algo concreto e inmediato, que es lo que terminamos haciendo", había dicho Otheguy a Télam en una entrevista por el 40 aniversario de la creación de la empresa.
Además de la inserción en el mercado como proveedora de tecnología para el Estado argentino y para otros actores, también Invap supo convertirse en una gigantesca articuladora de esfuerzos y motorizadora de la economía: según relataba el físico con cierto orgullo, a mediados de la década 2010 tenían cerca de 2000 proveedores.
Multipremiado, Otheguy estaba por ser reconocido con la distinción Domingo Faustino Sarmiento que otorga el senado nacional y fue galardonado en más de una ocasión con el Konex.
En 2018, con motivo de una ceremonia de premiación, el físico dijo que la capacidad de Invap para competir de igual a igual con importantes empresas de países industrializados era el resultado de "una construcción colectiva, cuyos pilares fueron técnicos y profesionales comprometidos con una visión común, que hacen una empresa referente a nivel mundial y protagonista del desarrollo nacional".
Otra parte que explica el éxito es el trabajo acumulativo, paciente y por momentos artesanal que se llevó adelante desde la fundación de la empresa y durante la conducción de Otheguy. Uno de los técnicos que trabajó bajo el comando del físico recordó por estas horas en Twitter el proceso que -en la primera década del siglo- llevó a Invap a construir un reactor en Australia, compitiendo con grandes actores del mercado "desde habitaciones de hotel alquiladas".
Además de los desarrollos en energía nuclear exportados a diversos países en distintas latitudes, también fueron muy publicitadas las puestas en marchas de los programas aeroespaciales, con el diseño y construcción de seis satélites como principal resultado.
Esa tarea y su defensa de la ciencia hizo que en 2014 haya cruzado con dureza al por entonces jefe de gobierno y luego presidente Mauricio Macri quién, durante el encuentro de la CAME, había sostenido que en Argentina había "empresas satelitales" que no funcionaban.
"La ciencia y la tecnología son motores del desarrollo social y económico soberano de la Argentina. Curiosamente Macri, ¡el ingeniero!, parece ser el único en nuestro país que menosprecia los logros de la ciencia y la tecnología que nos han hecho avanzar en estos once años como nunca antes", reprochó en esa ocasión Otheguy quien, un año más tarde, hizo público su apoyo al candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli.
La percepción sobre el rol central de la tecnología en el desarrollo del país lo hizo repetir alguna vez una frase del ex primer ministro de la india Nehru y convertirla en una especie de meta y de legado: "Porque somos pobres, no podemos darnos el lujo de no invertir en ciencia".