Madrid. Emilio Botín, presidente del banco español Santander, el primero por capitalización de la Eurozona con fuerte presencia en América Latina, en particular en Brasil y Argentina, murió ayer a la madrugada de un infarto, a los 79 años. Su hija, Ana Patricia Botín, fue elegida ayer a la tarde para sucederlo en el cargo de presidente.
El nombramiento de Ana, que parecía asegurado de antemano, marca la llegada de la cuarta generación de la familia Botín a la cabeza del primer banco de la Eurozona por capitalización bursátil, pese a que su participación en el grupo se vio reducida con los años a una pequeña porción.
Los restos mortales de este benefactor de la educación, la cultura y el deporte, fueron trasladados a su ciudad natal, Santander, donde será enterrado hoy.
“Ha sido una sorpresa y al mismo tiempo ha sido un mazazo”, afirmó el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, en los pasillos del Congreso de los Diputados.
Este bisnieto, nieto, hijo y padre de banqueros, y uno de los hombres más influyentes de España, entró en el Consejo de Administración del Santander en 1960 y asumió la presidencia en 1986. Bajo su batuta, el Santander llevó a cabo una política de internacionalización y fusiones (en España absorbió en 1999 al Banco Central Americano), y dio el salto a América Latina donde está fuertemente implantado en Argentina, Brasil, Chile y México, entre otros países.
El catedrático de banca y exdecano de la escuela de negocios Esade, Robert Tornabell, destacó su visión de futuro, que lo llevó a expandirse en América Latina: “Llegó a Brasil cuando la banca salía de allí y fue el primero en decir ‘no’ y apostar por el país. ‘Va a ser el gigante de América Latina’, decía”. Su apuesta por esos países “abrió una brecha que siguieron después muchas otras empresas españolas y sin duda ha sido una de las claves gracias a las que nuestro país ha podido hacer frente a esta difícil crisis económica que hemos vivido”, afirmó, por su parte, el Consejo Empresarial de América Latina.
Para sus detractores, era uno de los símbolos del sistema bancario cuyos excesos contribuyeron a sumir a España en la crisis.
Su exitosa trayectoria profesional se vio empañada por algunos problemas con la Justicia de los que siempre salió airoso. En 2005, fue acusado, junto a otros dos ex altos cargos de la entidad, acusado de "apropiación indebida" y administración desleal" por el pago de unas indemnizaciones de jubilación millonarias, pero fue absuelto de los cargos.
En 2012 la Justicia española también archivó una investigación por fraude fiscal tras aparecer en una lista de 659 contribuyentes españoles con cuentas en Suiza no declaradas.
La "Princesa"
Elegante y brillante, Ana Patricia Botín, la “princesa de Santander”, heredera de la poderosa dinastía de banqueros españoles toma, a sus casi 54 años, las riendas del Banco Santander, el imperio construido por su padre.
Madre de tres varones, de elegante prestancia, cabellera oscura y ojos marrones, la hija mayor de Emilio representa a la cuarta generación de la familia a las riendas del gigante bancario español.
Nacida en octubre de 1960 en la ciudad de Santander, hizo toda su carrera en el sector de las finanzas hasta convertirse en 2010 en máxima responsable de la filial del grupo español en Gran Bretaña. Licenciada en Ciencias Económicas en Harvard, obtuvo su primer trabajo en el banco JP Morgan.