A los 70 años murió Arturo Goetz, uno de los actores emblemáticos del llamado Nuevo Cine Argentino que trabajó a las órdenes de directores como Lucrecia Martel en “La niña santa” o de Ana Katz en “La novia errante”.
Ganó el premio Cóndor de Plata como actor de reparto en “Derecho de familia”, donde interpretó al padre de Daniel Hendler. También obtuvo el reconocimiento como Mejor Actor en la edición de 2007 del Bafici por su protagónico en “El asaltante”, de Pablo Fendrik. En 2011 recibió el diploma al Mérito en los premios Kónex como Mejor Actor de Cine.
Goetz logró una mayor resonancia de su trabajo como actor hace una década, cuando rondaba los sesenta años. Sin embargo, arrancó en los ‘90 con personajes pequeños en películas como “La nube” (1998, de Fernando Solanas), “Cómplices” (1998, Néstor Montalbano) o “El amateur” (1999, Juan Bautista Stagnaro).
Es que su propia vida fue casi de película ya que, pese a sentirse inclinado hacia la actuación desde los 19 años, tomó un camino profesional inverso y se recibió de economista en la Universidad Católica Argentina.
Luego partió a Oxford con una beca, en los años ‘60, durante la dictadura de Onganía. Llegó a trabajar en la sede de Naciones Unidas en Suiza y entre 1976 y 1983 se mudó a Roma.
Finalmente regresó a Buenos Aires y retomó una pasión postergada: la actuación. Fue alumno de Augusto Fernández y Miguel Guerberof, entre otros.
“Yo tenía 50 años y un resto económico cuando me decidí a estudiar teatro en serio, aunque desde joven había participado en grupos amateurs. Me gustaban los temas de pobreza y durante los ‘90 me tuve que “privatizar” y asesorar a empresas ricas para que hicieran más plata, cosa que no me causaba mucha gracia.
Como actor arranqué en Canal 9, en la tira ‘La hermana mayor’, con un bolo por el que cobré 76 pesos y que tengo enmarcado”, contó en una entrevista a Clarín.
Cuando le preguntaron con qué actores se armaría una película sobre la economía argentina eligió este elenco: “De Cavallo pondría al Puma Goity. Como Lavagna, un Luppi sin bigotes no estaría mal; y como Miceli a Cristina Banegas, aunque probablemente sea un papel demasiado fácil para ella. A mí me gustaría interpretar a Santiago Montoya”.
Su amigo y director de cine, Pablo Fendrik, fue quien dio a conocer la noticia de su fallecimiento en su página de Facebook.
Entre otras cosas, Fendrik escribió que “Arturo tuvo el tipo de vida que inspiraría, no una, sino varias películas. Si hubiera nacido en otra latitud, probablemente habría al menos un documental sobre su singular biografía”.
“Siempre supe que era un privilegio ser su amigo y ahora, enfrentado a la perspectiva de sólo poder interactuar con el recuerdo que tengo de él, siento que no lo aproveché todo lo que pude. Que podría haber aprendido más de su experiencia. O escuchado más atentamente sus consejos”, añadió el cineasta al despedirlo.
Además de las ya citadas “El asaltante” y “Derecho de familia”, Goetz participó en otros títulos importantes como “La sangre brota” (2008, Pablo Fendrik), “Una novia errante” (2007, Ana Katz), “La niña santa” (2004, Lucrecia Martel) y “El nido vacío” (2008, Daniel Burman), entre otros.
