Hay personas que, aún al marcharse, dejan en otros una profunda inyección de vitalidad. De modo que, cuando el cine español amaneció ayer con la triste noticia, sorteó la parafernalia de los homenajes póstumos (algo que, por otra parte, él mismo rechazó) para concentrarse en el ejemplo.
El cineasta Bigas Luna falleció el viernes por la tarde, a los 67 años, en su casa de La Riera de Gaià, Tarragona.
Expresamente, él pidió que no se realizara ningún homenaje y la Academia de Cine respetará ese deseo, según ha anunciado la vicepresidenta, directora, guionista y productora Judith Colell.
A pesar de lidiar con una larga enfermedad, Bigas Luna no había dejado de trabajar . De hecho, estaba a punto de empezar el rodaje de “Mecanoscrito del segundo origen” , una adaptación a la pantalla grande de la novela del escritor Manuel de Pedrolo. La familia aseguró que la película se terminará.
Él, uno de los directores españoles de mayor proyección internacional, dirigió entre otras películas “La teta y la luna”, “Jamón Jamón”, “Bilbao”, “Caniche”, “Lola”, “Huevos de oro” o “Las edades de Lulú”, y en su larga trayectoria descubrió el talento protagónico de actores como Javier Bardem, Penélope Cruz, Ariadna Gil, Jordi Mollà (“Son de mar”) o Verónica Echegui (“Yo soy la Juani).
Fotógrafo profesional, llegó al séptimo arte desde la publicidad, el diseño, la arquitectura y las artes plásticas.
A mediados de los ‘70 comenzó a trabajar en pequeños cortos como ‘Con soltura’ o ‘Cóctel internacional’.
Su debut en el mundo de largometraje llegó con ‘Tatuaje’, rodado en 1976, aunque no se estrenó hasta el 79, año en el que fue seleccionado para el festival de Cannes. Tras ella, “Historias impúdicas” (1977) y películas tan controvertidas en su momento como “Bilbao” (1978), seleccionada para el Festival de Cannes, o “Caniche” (1979).
Recién ocho años después rodó “Angustia” y tras este título no volvió a ponerse detrás de la cámara hasta “Las edades de Lulú”, en 1990, con la que obtuvo su primer éxito de taquilla, basado en la novela de Almudena Grandes.
La muerte de su productor de confianza, Pepón Coromina, influyó de tal modo que dejó durante unos años la dirección y sólo se dedicó a tareas de guionista. A comienzo de los ‘90, Bigas Luna se trasladó a Tarragona para dedicarse a la pintura.
Dos años más tarde, repitió los aplausos con “Jamón, Jamón”, por el que ganó el León de Plata del Festival de Venecia y que unió a dos actores que se convirtieron en pesos pesados del cine español y, desde hace un tiempo, en pareja: Javier Bardem y Penélope Cruz. En 1993, estrenó ‘Huevos de oro’ que le significó el Premio Especial del Jurado en el Festival de San Sebastián.
A estos créditos, siguieron más como Bámbola (1996), con la italiana Valeria Marini, ‘La camarera del Titanic (1997) y ‘Volavérunt’.
Sus últimos trabajos más relevantes han sido ‘Yo soy la Juani’ (2006), en el que descubrió a Verónica Echegui, y ‘Di Di Hollywood’, con Elsa Pataky.
Un detalle: el realizador presentó su candidatura en el año 2011 para sustituir a Álex de la Iglesia como presidente de la Academia de Cine, a la que propuso “dar un toque sexy”, pero fue derrotado en las urnas por el actual responsable, el productor Enrique Fernández Macho.
Pese a enfrentar un cáncer, Bigas Luna se encontraba trabajando en un nuevo proyecto titulado “Segon origen”, que planteaba una reflexión sobre temas como la ecología y la sexualidad.
“Fue un director atrevido, trasgresor e insólito desde sus primeras obras”, dijo en un comunicado el ministro de Cultura, Educación y Deporte, José Ignacio Wert, destacando que fue un cineasta “totalmente rompedor” que “cambió mucho las pautas del cine español”.
