María Isabel "Chicha" Chorobik de Mariani, una de las fundadoras de las Abuelas de Plaza de Mayo, murió ayer, según confirmó la organización que desde hace más de cuatro décadas busca a los hijos de los desaparecidos en la última dictadura militar en Argentina. Tenía 95 años.
"Una mujer fundamental en los inicios de la búsqueda de los niños y niñas apropiados por el terrorismo de Estado y un símbolo de la lucha por los derechos humanos", destacó el grupo en un comunicado. "Chicha", como se la apodaba, estaba hospitalizada desde hacía diez días tras sufrir un accidente cerebrovascular.
Mariani integraba el grupo original de doce mujeres que empezaron a reunirse en la localidad bonaerense de La Plata, inquietas por la suerte de sus nietos en el marco del plan de represión de disidentes implementado por el régimen (1976-1983).
La justicia argentina determinó la existencia de un plan sistemático de robo y adopción ilegal de niños nacidos durante el cautiverio de sus madres en centros clandestinos de detención. En general, las embarazadas daban a luz en prisión y a los pocos días les arrebataban a los bebés, que luego eran adoptados de forma ilegal por miembros de las Fuerzas Armadas o allegados. Las detenidas, en su mayoría, fueron asesinadas.
Según Abuelas, al menos 500 niños fueron víctimas de este sistema. Hasta el momento, 128 han recuperado su verdadera identidad, en gran medida gracias a la búsqueda y a campañas de la organización.
Mariani no pudo reencontrarse con su nieta, Clara Anahí, quien tenía tres meses cuando desapareció tras el operativo en el que fue asesinada su madre, militante del grupo guerrillero Montoneros, en noviembre de 1976.
Un año después, "Chicha" fundaría junto a otras mujeres las Abuelas de Plaza de Mayo.