Un hombre murió anoche aplastado por su propio vehículo, cuando se había bajado a abrir la tranquera que permite el ingreso a su domicilio en el paraje Manzano Histórico de Tunuyán.
El hecho ocurrió, pasada las 23, cuando regresaban de cenar con su familia en un restaurante.
Su mujer e hijos habrían presenciado la terrible situación desde el interior del automóvil.
Alejandro Méndez, de 25 años, descendió de su auto Renault Fuego (patente RFM - 250) para abrir el portón y colocó el freno de mano. Al parecer, éste fallaba o no fue activado de la manera correcta, por lo que enseguida el vehículo tomó velocidad con la pendiente y se fue contra él.
Según declaraciones de la familia, el joven intentó detenerlo de frente, pero el auto lo embistió, arrojándolo de espaldas. El hombre quedó aplastado debajo del auto, con las piernas a la altura del pecho.
Cuando llegó la ambulancia del Servicio Coordinado de Emergencias, que partió desde Tunuyán cuando una llamada dio aviso de la situación al 911, los médicos constataron que el cuerpo del joven estaba sin vida.
La Policía, incluso había activado el alerta para que accionara el helicóptero Cóndor 1 en caso de que hubiera posibilidades de salvarlo.
El hombre vivía en este paraje tunuyanino, sobre la ruta 89 a unos 500 metros del Cristo que se erige en el Manzano Histórico. Según trascendidos, se desempeñaba como encargado en un importante comercio del lugar.
Murió atropellado por su propio auto
Un joven de 25 años bajó a abrir una tranquera, pero el coche no quedó bien frenado y lo aplastó. Ocurrió anoche en el paraje Manzano Histórico.
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